Cúrame ; Lee Jeno

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Tener una presentación la primera clase de un viernes no era algo que Inés deseara hacer, ni mucho menos. Pero esa presentación sumaría puntos a su nota y encima no estaría sola en el encerado, Jeno estaría con ella.

Los nervios de la presentación junto a la cafeína de esa mañana no eran la mejor combinación y era de poca ayuda en el cuerpo de la extranjera, pero es que no podía pensar con claridad.
Esta vez ninguna de sus dos amigas tenía cara de cansancio a diferencia del resto de la semana. Supuso que al ser el último día lectivo de la semana y que habría una fiesta que estaba segura de que esas dos no durarían en ir, que habían dormido mejor o al menos estaban de mejor humor.

Desde luego que Inés había empezado la mañana con mal pie y tuvo que pelear con sigo misma para hacer las cosas bien y salir decente de casa. Nisiquiera se había preocupado demasiado de su conjunto ni el peinado, pero debía ir al menos un poco arreglada para no dar una mala imagen en la presentación. Entró con prisa al coche de su amiga y de camino a la universidad se peinó mientras ensayaba la presentación.

Cuando Laura aparcó en el parking del centro, las tres salieron e Inés caminó detras de sus amigas con el peor de los ánimos. Sus amigas le sugirieron comer algo de la cafetería para no presentar con el estómago vacío, pero Inés se negó. Si comía algo ahora estaba segura de que lo echaría todo en el encerado mientras presentaba con su crush al lado. Definitivamente no iba a hacer eso.

Las tres se separaron en uno de los pasillos e Inés entró al aula de Derecho de la Información y no pudo evitar avergonzarse cuando el señor Choi le preguntó si se había caído de la cama por la noche por la cara de pocos amigos que llevaba y sus ojeras. Inés tuvo que tragarse todos los insultos que cosquilleaban en su garganta y fingió una sonrisa.

Jeno entró poco después de ella pero debió escuchar la broma del profesor pues se le escapó una ligera risa.

—¿Estás bien? Tengo miedo de empezar la presentación y que cuando pregunte algo le sueltes un puñetazo o algo así. –se acercó a su oído para susurrarle, con una sonrisa burlona.

—Soy mucho menos impulsiva de lo que crees, una tiene que sacrificar muchas cosas de sí misma para subir la nota.

Jeno soltó una última risa antes de empezar la presentación en la que habían trabajado esas dos semanas. La exposición fluyó mientras el profesor mantenían su característico ceño fruncido y las piernas cruzadas. Fueron poco más de quince minutos y los dos estaban orgullosos de su trabajo, sobretodo después de recibir felicitaciones del profesor por conseguir la mejor nota de la clase.

Las siguientes clases fueron aburridas, habían terminado los exámenes por el momento, así que solo habían empezado nuevos temas y proyectos. A la hora del descanso fue cuando Inés pudo despejar un poco su mente. Se sentó junto a sus amigas en la mesa de siempre y se dispuso a tomar su café con leche mientras hablaban de sus clases.

—Hoy nos ha tocado clase con los de criminología. –dijo Ane angustiada.

—¿Algún mal rollo con los de esa carrera? –preguntó Laura y sorbió un poco de su capuchino.

—Sí, Park Jisung es el mal rollo. –bufó la rizada de ojos claros.
—De solo verle me pongo de mala leche. No sé si se me está acabando la paciencia o si ese chico es el infierno en persona.

—¿Ha dicho o hecho algo innecesario en clases? –esta vez preguntó Inés con curiosidad.

—No, pero de solo recordar lo que me dijo... ¡No puedo con él! –negó repetidas veces con su cabeza y se cruzó de brazos mientras bufaba.

—Hay que admitir que fue un completo idiota contigo, pero no deberías darle mucha atención. Al final eres tú la que lo pasa mal.

—¡Lo sé! ¿Siquiera es justo? Esos dos idiotas siguen haciendo lo que les da la gana después de humillarme y tratarme como la mierda. Y lo peor es que no puedo culparle nada a Renjun ya que no llegamos a nada.