2. 'No salgas de noche'

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En esa misma noche una vez acostada en mi cama estuve dando vueltas de un lado a otro durante horas sin poder conciliar el sueño.

No podía dejar de pensar en todo lo que había ocurrido hace unos momentos y cada vez que cerraba mis ojos para intentar dormir volvía a recordar el tenebroso rostro de Lucy y escalofríos comenzaban a recorrer todo mi cuerpo.

Esta noche voy a tener pesadillas

Aún seguía pensando que aquella pequeña que había visto no podía haber sido Lucy, pero pensar eso no tenía sentido, ¿quién más podía haber sido entonces?

Mientras imaginaba en mi cabeza cientos de cosas, finalmente sin darme cuenta llegué a quedarme dormida.

Lamentablemente en la mañana mi agradable sueño se vio interrumpido por los molestos rayos del Sol que daban justo en mi rostro.

Al abrir mis ojos me encontré acurrucada entre las sábanas muy plácidamente y pude observar que las ventanas de la habitación estaban abiertas de par en par y las cortinas estaban corridas dejando entrar la luz del Sol a la habitación.

También pude visualizar que de pie frente a mí cama se encontraba mi compañera de cuarto Marie quien estaba de brazos cruzados y me miraba con el ceño fruncido. Cuando ella se percató de que yo había despertado me habló molesta. 

—Apúrate Bella Durmiente, son las ocho de la mañana, ¿acaso piensas pasarte todo el día en la cama? —dijo tirando de mis sábanas tratando de sacarme de la cama.

—¡Mierda! ¡Qué pesada eres!

Exclamé a la vez que me deshacía de las sábanas a regañadientes ya que quería seguir descansando. En un intento por salir de la cama mis pies se enredaron con las sábanas y terminé cayendo al suelo torpemente.

—¡Joder mi culo! —exclamé.

No me hice daño por suerte, no fue más que una estúpida caída de la cual Marie no pudo evitar burlarse.

Luego de haberme aseado me senté en el tocador para comenzar a cepillar mi cabello sin embargo no pude hacerlo. Detuve mis movimientos cuando escuché como llamaron inesperadamente a nuestra puerta. Inmediatamente miré a Marie y le pregunté.

—¿Hoy tenemos revisión de nuevo?

—Así es y sabes que ahora debemos atender a la puerta. —canturreó Marie y luego al verme soltó una risita.

Pude notar que se estaba burlando de mi la muy desgraciada y en seguida supe el qué era lo que le causaba tanta gracia. Mis cabellos negros eran un desastre total, no tuve tiempo de arreglar mi aspecto por completo y parecía una loca con el pelo revuelto.

Mierda no quiero salir así

Rápidamente pasé mis manos por mis cabellos tratando de arreglar mi aspecto lo mejor posible mientras Marie y yo nos acercábamos a la puerta.

Las dos tuvimos que responder rápidamente a la puerta ya que si ignorábamos a la persona que se encontraba tras esta podríamos meternos en problemas y cuando la abrimos nos topamos con un adulto en frente nuestro.

Desde que conocí a los adultos comencé a preguntarme si ellos no sentían calor con esos uniformes que usaban todo el tiempo. Sus uniformes eran de un color negro y cubría sus cuerpos por completo, también los adultos siempre estaban armados, estaban siempre preparados para enfrentarse a nosotros en cualquier momento por si nosotros intentábamos hacer algo que pusiera sus vidas en riesgo.

Este señor de mediana edad que teníamos en frente nuestro nos observó detenidamente por unos minutos para buscar después nuestros perfiles en una lista que llevaba consigo y una vez que cumplió con ese paso nos pidió que le acomapañaramos al laboratorio.

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⏰ Última actualización: Nov 02 ⏰

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