Konosuba: Trabajar de forma más inteligente, no más duro

Capítulo 1: Inicio de Ruta: Ingeniería Social

Kazuma Sato tenía un problema. Bueno, en realidad tuvo tres problemas. Finalmente había comenzado su carrera aventurera e incluso logró cierto éxito, pero su fiesta(1) era un desastre. Tenía una cruzada masoquista pervertida, una maga lunática chunibyo y una diosa inútil. Pero ¿qué podía hacer? Sólo estaba calificado para ser un Aventurero, y no era como si tuviera una manera de resolver todos los problemas de su grupo por sí solo.

///NT: (1). Los anglo-parlantes llaman de esa manera a los grupos de trabajo o equipo. ///

¿O él?

Era hora de sentarse y pensar detenidamente. Finalmente, a Kazuma se le ocurrió lo que pensó que era una solución viable. El único problema era que eso lo consolidaría absolutamente como Pervzuma por el resto de su vida. Por otro lado, probablemente también le garantizaría tener una vida para empezar. Además, incluso podría abrirle la puerta a una de las chicas. Se puso a trabajar.

Lo primero es lo primero: necesitaba algunos suministros. Se dirigió a la ciudad, dejó a las demás en la mansión y caminó hasta la tienda de artículos de Wiz. No había manera de que esto funcionara si las chicas supieran lo que había planeado.

"¡Oh, hola Kazuma-san!" ¿Está aquí para comprar o navegar? ¿Podría interesarle algunos productos nuevos que tengo?" Wiz llamó, sonriendo y saludando mientras Kazuma se acercaba al mostrador. "¡Acabo de pedir estos cepillos de dientes especiales que brillan en la oscuridad! ¡Perfecto para cuando te aventuras en una cueva oscura, pero aún necesitas cepillarte los dientes!"

"No, gracias, Wiz", dijo. Dijo Kazuma. Miró a su alrededor, asegurándose de que la tienda de artículos estuviera vacía. Bajó la voz de todos modos, inclinándose sobre el mostrador hacia Wiz. "Mira, necesito algunos... artículos especiales. Estoy dispuesto a pagar una prima(fortuna) por ellos. Si puedes conseguirmelos, incluso compraré uno de esos cepillos de dientes raros. Pero tienes que, y esto es muy importante, no decirle a nadie en absoluto que me vendiste estas cosas".

Wiz parecía insegura, pero bajó la voz y se acercó a Kazuma. "Um, no es nada ilegal, ¿verdad? No quiero empezar a vender cosas que puedan causarme problemas con la ley..."

"Oh, no, nada de eso. Es sólo... mira. Esto es lo que necesito." Metió la mano en su bolsillo y sacó con cuidado el papel doblado, alisándolo sobre el mostrador. "¿Puedes conseguirlo? Recuerda: no hagas preguntas y no se lo digas a nadie".

Con cuidado, Wiz tomó la lista y sus ojos se agrandaron mientras leía. Cuanto más avanzaba, más se sonrojaban sus mejillas. Finalmente levantó la vista, con cautela llenando sus ojos. "¿Qué... qué vas a hacer con esto, Kazuma? No vas a hacer ninguna locura, ¿verdad? Algunos de estos artículos... bueno, no son ilegales, pero..."

"Son por una buena causa, Wiz. Si puedes hacerlo, tendrás una enorme recompensa. Tendrás suficiente dinero para comprar todos los cepillos de dientes que brillan en la oscuridad y papel higiénico reutilizable que quieras. Y esto me ayudará seriamente. Te deberé una".

"No lo sé..."

"Incluso convenceré a las chicas para que vengan y compren cada una un cepillo de dientes también. Además, si esto funciona, seremos un partido exitoso. Me aseguraré de que siempre patrocinemos tu tienda".

Eso pareció convencer a Wiz. "Bueno, está bien. Y no te preocupes. No le diré a nadie. Y realmente no quiero saber qué vas a hacer con ellos..."

Una semana después, Wiz llamó a Kazuma a la tienda para recoger su pedido. Fue después del anochecer y se acercó sigilosamente a su tienda, donde ella le pasó una gran caja por la puerta trasera.