El chico que fumaba en el balcón de enfrente / [Minsung] O.S

|Han Jisung|

POV Han Jisung

Oh, ahí estaba otra vez el chico lindo de los gatos. Desde que me mudé a este departamento suelo verlo bastante, se pasa el día jugando con sus gatos o bailando. Desde que descubrí sus horarios, comencé a salir al balcón tratando de verlo mejor, pero creo que notó mis intenciones ya que dejó de hacerlo y cerró sus cortinas, eso me puso triste, era agradable verlo.
Mi entretenimiento en este aburrido lugar era verlo haciendo cualquier actividad común, ya que no podía salir de aquí, lo tenía prohibido, sí, como si estuviera preso en este lugar o bueno, realmente lo estaba.
Esos momentos donde llamaba de forma adorable a sus gatitos o donde se equivocaba en algún paso y lo repetía tantas veces que hasta yo lo memorizaba, esos pequeños momentos hacían que toda mi mierda de día valiera la pena, solo para verlo.
¿Sería raro decir que me gustaba ese extraño? Es decir, no sabía siquiera su nombre, quizás fuera apresurado, pero no importaba, todo en la vida es de forma repentina y se basa en impulsos. Claro que también estaba Kang Taeseong, y eso era todo un tema. Sabía que jamás pasaría nada entre el vecino y yo, pero fantasear no estaba prohibido y me imaginaba tantos escenarios donde éramos algo y él me prestaba atención o cosas más reales como que cruzábamos miradas y me sonreía.
¿Qué pasaría si fuera valiente y enfrentara Taeseong?, ¿realmente pasaría algo entre nosotros?, ¿estaríamos juntos? Quizás si tuviera una certeza a esa pregunta lo intentaría, porque sabía que yo solo no podría lograrlo, no en un mundo como este.
Después de un tiempo, noté que me miraba de reojo algunas veces. Estaba emocionado, es decir, me había notado, ¿le habré parecido bonito?, ¿le gustaban los chicos? Todas mis ideas se alejaron como humo cuando al pasar frente un espejo vi mi cuerpo lleno de moretones y marcas hechas por Taeseong, "Oh, eso es lo que él veía" pensé y fue lo más doloroso que pude pensar, el saber que estaba viendo la peor parte de mí dolió más que todos los abusos de Taeseong, no quería que viera esto, no él, no está parte de mí.

—Mierda... —murmuré al ver que estaba llorando. Jamás me había importado verme así y recién ahora caía en lo horrible que era estar lleno de Taeseong, de sus marcas, lucir de su propiedad, me daba asco.

Lloré más fuerte al sentir las náuseas y tuve que correr al baño a vomitar. No soportaba estar así, todo era una mierda e incluso él me había visto así, seguro le causaba asco y repulsión.

Volver a mí balcón a verlo me daba pánico, no quería que viera más marcas, pero lo extrañaba tanto... extrañaba tanto verlo haciendo cosas cotidianas, extrañaba verlo riendo, cocinando, bailando. Me daba miedo que tuviera asco de mí, pero lo extrañaba tanto que dolía, porque él era mi único escape de todo.

Volver a mí balcón fue buena idea, seguía mirándome de reojo y si notaba mi mirada se sonrojaba, era tierno verlo tímido. Algunas veces volvía tarde, pero siempre se tomaba el tiempo para mirar hacia acá, ¿se preocuparía por mí o solo querría verme? Quizás solo era educado al siempre verme mirando en su dirección, no sabía exactamente el por qué lo hacía, pero agradecía infinitamente que siempre me recordara.
Ya conocía a sus tres gatitos, tenía dos naranjas, uno con más blanco que el otro y uno gris por completo. No sabía sus nombres ni sus edades, pero sabía diferenciarlos. Cuando él no estaba en casa y dejaba la cortina abierta podía verlos a través de la puerta de cristal. Los veía jugando alrededor, ellos también eran mi escape, él y sus bebés eran mi felicidad diaria. Había escuchado en algún lado que la dependencia era mala, pero me daba igual dado que en estos momentos esa dependencia me mantenía vivo, tan malo no podía ser.

¿Ya dije que mi vecino era guapo? Si no lo dije, lo digo, es decir, ¿cómo podía verse tan bien? Y era tan amable con sus gatitos, seguro era muy buena persona, jamás lo vi enojado por nada, siempre parecía estar de buen humor.