Vacío

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El cielo estaba nublado, no había ningún rastro del sol mañanero, ni siquiera se podía oír los pájaros cantar advirtiendo el inicio del día. Un fuerte ruido molesto lo sacó de su sueño, gruñó algo molesto estirando su brazo hacia su mesa de noche, tomó su celular y corroboró de dónde provenía el sonido que tanto lo molestaba, era su despertador, sin pensarlo mucho lo apagó.

Finalmente luego de unos minutos frotó sus ojos y lo primero que vio fue el techo de su habitación.

-otro día más- murmuró dejando escapar un suspiro cansado, se tomó unos minutos hasta finalmente levantarse de la cama y comenzar su día.

Se había tomado el tiempo para darse una ducha rápida, una vez que salió de la bañera vio su cuerpo desnudo a través del cristal del espejo, un sentimiento de asquerosidad inundó su corazón junto con tristeza y soledad, suspiró nuevamente mientras limpió el rastro de las lágrimas que estaban a punto de caer por sus mejillas y se vistió sin más alejando su cabeza de esos recuerdos horribles.

Le tomó varios minutos hasta que bajó las escaleras y se dirigió a la sala, como siempre vacía. No le importaba demasiado que esa casa siempre estuviera en soledad, de todos modos nunca la vio como un hogar.

El hecho de que su padre fuera Makarov hacía muy difícil su vida, sabía perfectamente que perdió toda libertad una vez que su madre lo parió. Makarov era el líder de una célula terrorista internacional, había tenido una aventura con una mujer durante unos meses hasta que finalmente la dejó embarazada por "accidente", claramente por los principios de la mujer ambos se casaron pero nunca hubo ese amor que tendría que tener cualquier pareja de casados, el amor se hizo ver menos cuando el bebé nació. ____ había sido el fruto de aquella aventura.

Cualquiera pensaría que la vida de un hijo de un terrorista estaría llena de lujos y vivir con la protección de muchos subordinados que trabajarían para su padre, pero la realidad es que la vida de ___ nunca fue así. Desde que tenía memoria vió y vivió mucha violencia y abusos.

-...tendré prohibido salir hoy?- se preguntó el joven mientras miraba por la ventana algunos hombres con armas paseando por el gran patio de su casa, suspiró y prefirió ahorrarse las molestias de recibir un "no" como respuesta.

Durante años estando atrapado en esa maldita casa sin poder salír había descubierto varios puntos ciego y algunas rejas rotas que daban al exterior. Sin necesidad de mucho esfuerzo salió de la casa sin ser visto como era de costumbre.

Comenzó a caminar por las calles, en realidad no tenía planeado nada, nunca había asistido a una escuela y tenía prohibido ingresar a la universidad, órdenes de su padre, por lo cuál no tenía amigos, no conocía a nadie, igualmente no podía confiar en nadie por todo lo que había pasado.

Cómo era de costumbre terminó caminando en dirección a una plaza, a esa hora no había mucha gente, los niños estaban en clases, solo habían algunas personas entrenando, era el horario perfecto ya que no podía ser visto, estaba muy propenso a que las personas que buscaban a su padre estarían detrás de cada movimiento que el hacia y estaba casi seguro que habían descubierto su existencia.

Pasaban los minutos, y ___ estaba tranquilamente sentando en la pequeña banca de la plaza, había bajado la guardia cerrando sus ojos y dejando que sus oídos comenzarán a escuchar como los pájaros finalmente salían de sus escondites y comenzarán a cantar. Realmente se estaba relajando, lentamente estaba abriendo sus ojos cuando repentinamente todo se puso oscuro.

Su cabeza estaba debajo de una bolsa de tela, su corazón se aceleró con miedo y comenzó a a sentir unas manos por sus brazos y piernas, obviamente comenzó a luchar contra ellas mientras intentaba gritar pidiendo ayuda, el aire le faltaba y recibió un golpe en la cabeza repentinamente dejandolo inconsciente.

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Lentamente comenzó a abrir sus ojos intentando descifrar dónde se encontraba. La habitación estaba oscura, no había muchos muebles, solo una mesa de metal frente a el y una silla, la habitación ahora se iluminó con una luz blanca sobre el, que por un momento lo dejó cegado, cuando sus ojos se acostumbran a la repentina luz tomó conciencia de que estaba sentado en una silla atado fuertemente con unas sogas gruesas.

Con una mirada aterrorizada comienza a luchar para intentar zafarse de los fuertes amarres de sus muñecas, piernas y tobillos hasta que la silueta de un hombre frente a el hizo que se quedará inmóvil.

___ solo podía ver la silueta oscuro de aquel hombre hasta que finalmente tomó la otra silla que había en la habitación y la arrastró cerca de la mesa que tenía frente a el, una vez que se sentó la luz pudo dejar ver sus rasgos. Ante los ojos de ___ podía ver un hombre mayor que el, tal vez unos 10 años mayor o un poco más, llevaba un informe militar, un sombrero que era muy característico entre los pescadores, y llegó a visualizar una barba en su rostro.

Unos ojos claros lo miraron fijamente, el hombre apoyó fuertemente sus manos sobre la mesa que los separaba y luego de unos segundos se levantó de su asiento.

-Se bien quien sos Layla, pero ahora debes estar confundida y preguntadote dónde carajos estás y quién soy- sus ojos recorrieron al joven ___ de arriba a abajo, al parecer el hombre esperaba a una chica joven, pero la persona que estaba frente a el se veía un poco más... masculino-Mi nombre es John Price, soy el capitán encargado de la task force 141, se perfectamente que eres la hija de Vladimir Makarov, llevamos intentando capturarlo por mucho tiempo...-

-...disculpe-el joven no pudo evitar interrumpirlo con cierto nerviosismo, por un momento había olvidado un pequeño detalle, sus padres nunca le permitieron cambiar su identificación ya que...era un chico trans, por obvias razones sus padres eran bastantes conservadores y no iban a permitir ese cambio tan grande, pero no era solo eso, Makarov no iba a exponer su ubicación de tal manera permitiendo que su hijo fuera al centro para comenzar el trámite-mi nombre no es Layla...me llamo ___...no voy a mentir al respecto, en algo no se equivoca...si soy hijo de Makarov, hijo no hija...-

El capitán price lo miró por unos segundos, no pudo haberse equivocado en su investigación y sacar sus datos, luego de unos segundos que parecieron unos minutos, finalmente comprendió lo que había sucedido a la hora de sacar los datos de ___ y a lo que el se refería.

John dejó escapar un suspiro y se inclinó un poco más sobre la mesa.

-bien ___, debes saber que tú padre es buscado por nosotros, y muchas personas más-

Le dió un último vistazo, notó que la respiración del joven era pesada, era bastante obvio que estaba algo asustado y que no asimilaba del todo lo que estaba sucediendo.

-Tenés una oportunidad con esta oferta-el capitán de la Task Force 141 le habló con calma pero alerta y de manera urgente.

Al ser hijo de Makarov, ___ fue arrastrado a los problemas de su padre y a los problemas que éste causó. Price no era alguien que juzgara a uno basándose en sus padres, ¿pero Makarov? Ésta era la razón por la que te estaba dando una oportunidad, y sólo una.

“Ven con nosotros o quedate con tu padre y deja que su karma te atrape a vos también”. Extendió una mano, pero la otra estaba ocupada con su arma, sabía que a pesar de ver a ___ así podía ser solo una distracción y debía mantenerse alerta.

En la oscuridad | John Price × LectorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora