Leni miró atentamente el problema gráfico que tenía frente a ella. Una circunferencia inscrita en un cuadrado, una de cuyas cuatro esquinas estaba sombreada. Tenía que encontrar el área sombreada, y el único dato que daba el problema era el radio de la circunferencia.
La muchacha consideró el problema durante varios segundos. Miraba hacia el techo, con el dedo índice apoyado en su barbilla.
Cualquiera que la hubiera visto, pensaría en automático que estaba distraída o tenía una de sus características ideas bizarras. Pero Lincoln, que había trabajado con ella todos los días durante dos meses, sabía que Leni estaba considerando el problema en profundidad. En ese tiempo, su hermosa hermana mayor había cambiado mucho. Mucho.
- Bueno... -dijo al fin-. Si me imagino que esta... Esta área sombreada es un patrón para hacer el sisado de una blusa; puedo pensar en la cantidad de tela que necesitaría para construirlo. Si no tengo mi escuadra especial para hacer las sisas, entonces puedo tomar un círculo y un cuadrado de tela para hacer el patrón, ¿cierto?
Lincoln asintió. Sabía que no era conveniente interrumpir el hilo de sus pensamientos.
- Entonces, como que, si conozco el largo de la manga y eso equivale a la mitad del círculo, puedo utilizar la fórmula que me enseñaste para localizar el área, ¿verdad? Y como el cuadrado es del mismo tamaño que el círculo, entonces multiplicando por dos, tengo el tamaño de un lado y puedo calcular su área con la otra fórmula, ¿cierto?
El chico peliblanco asintió de nuevo. Sonreía ligeramente. Le encantaba la manera en la que Leni estaba considerando el problema.
- Y para terminar... Si le resto al área del cuadrado la del círculo, y luego divido entre cuatro por cada una de las cuatro esquinas que el círculo no cubre, sabré la cantidad de tela que necesito para construir el patrón, ¿o no? -dijo la chica entusiasmada.
- ¡Perfecto, Leni! Hazlo entonces.
La joven sonrió. Le llevó un par de minutos hacer los cálculos correspondientes y encontrar la respuesta correcta entre las opciones de la guía.
- ¡Sí! ¡Sí! ¡Aquí está la solución, Linky! -dijo la chica, entusiasmada.
- Y es la correcta, sin ninguna duda -contestó Lincoln, tan contento como ella-. Es uno de los problemas más difíciles que podrían preguntarte, Leni. ¡Ya estás lista!
La muchacha miró a su hermanito con ojos de agradecimiento. No pudo evitarlo levantarse de su silla y arrojarse a sus brazos.
- ¡Y todo gracias a ti, hermanito! ¡Gracias, Linky! ¡Gracias!
Lincoln se ruborizó un poco. Su hermosa hermanita se pegaba contra él por completo, y lo apretaba con fuerza. Podía sentir cada curva y cada protuberancia del hermoso cuerpo de la muchacha. Tuvo que hacer un esfuerzo para no dejarse llevar por la sensación y situarse en la realidad.
Estaba muy feliz por su hermana. El trabajo había sido duro, pero los frutos valían cada instante que invirtieron en ello. Casi dos meses de duros esfuerzos estaban por llegar a su fin: el día siguiente, a las doce del día, Leni tenía que presentar su Examen de Aptitud Académica.
La empatía de Lincoln y su habilidad única para entender a Leni habían hecho la diferencia. Lo primero que tuvo que hacer, fue interpretar el mundo de la manera en que lo hacía su hermana. Lo había logrado años antes, cuando pretendió ayudarla a pasar su examen para conducir; pero ambos habían cambiado bastante en ese tiempo. Leni ya no era tan corta de entendimiento, pues sus empleos le habían ayudado a desarrollar un buen sentido de la ubicación y la responsabilidad. Lincoln, que había tenido que resolver muchos problemas propios, tuvo algunos problemas para asimilar los cambios de su hermana. Igual que el resto de la familia, no había percibido cabalmente la manera en que los fracasos y sus pequeños triunfos la hicieron madurar.
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Solos contra el mundo
FanfictionTras apoyar a su hermana Leni en un momento crítico de su vida, Lincoln y ella descubren y desarrollan intensos sentimientos el uno por el otro; y caen profundamente enamorados. Pero la suya es una relación prohibida por la sociedad e inaceptable pa...