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¿Hwang o Joo?

Era la madrugada del 10 de octubre, apenas a las 12:12, Jin iba llegando al hospital.

—¡Mierda! ¿Qué no hay nadie en este jodido hospital?— Gritó con molestia, acompañado de un grito desgarrador de dolor. Estaba a punto de dar a luz y no parecía haber ningún médico o enfermera en turno.


— Buscaré a alguien, quédate aquí–Su mejor amigo estaba por irse en busca de un doctor, pero ella no permitió que se marchase.

— Tú te quedas aquí.

Apretó fuertemente la muñeca del chico. Ahora mismo, la apariencia de Jin se veía deprimente. Ella era una chica preciosa, estaba estudiando para convertirse en modelo, pero el cansancio de su maternidad la tenía acabada.

Afortunadamente, los doctores llegaron velozmente. El médico encargado la llevó a una sala amplia para que pudiera dar a luz en comodidad, y reunió a su mejor equipo para recibir a ese bebé.

— ¡Jin, te esperaré aquí!– Gritó para que ella escuchara.

— ¡Más te vale o te cortaré la jodida cabeza!

El joven de 19 años suspiró y se sentó en la sala de espera, había muy pocas personas pero quiénes estaban, lo miraban como si fuese un bicho raro.

—¿Es tu hermana?–Preguntó una anciana, ella había visto como se llevaban a la chica en la camilla.

— Es mi mejor amiga.

La mujer mayor asintió y suspiró, para después levantarse y colocar su mano en el hombro del joven.

— Cuídala mucho. A ella y a su bebé.

Y sin más, la mujer se marchó, dejándolo a él solo y confundido.

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En la sala, Jin apretaba fuertemente las barras de aquella camilla. Estaba a punto de parir, las enfermeras y el doctor encargados trataban de hacer que se mantuviera calmada, pero no podía. Ella seguía las instrucciones de las enfermeras, pero lo hacía con coraje.

Ahora mismo odiaba a su mejor amigo y a esa noche en la que procrearon a su ahora hijo.

Lo único que ella quería era salir con su bebé en brazos, llegar a casa y descansar junto a su pequeño niño.

Pero los doctores no pudieron asegurarselo.

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En la sala de espera, el joven muchacho miraba todo inquieto, cuando una enfermera se acercó a él con prisa.

— ¿Joven Joo?

— Sí, soy yo. Dígame, ¿Ella está bien?– Se levantó rápidamente, nervioso por la visita de la enfermera.

— Hay un problema con el parto.. no pueden sobrevivir los dos, necesitamos que usted elija. ¿Salva al niño o salva a la chica?

Aquello le cayó como un balde de agua fría.

— Sabemos que la decisión es complicada, pero necesitamos por favor que nos diga ahora. Si no, no habrá más remedio y es posible que ambos mueran.

Su cuerpo tembló y sentía que el mundo se le caía abajo, pero él sabía que no podía darse el lujo de dudarlo.

— Salven al bebé.

La enfermera asintió y se retiró inmediatamente. Él estaba asustado, volvió a sentarse y se replanteó todo.
Se arrepentía de haber ido al hogar de Jin esa noche.

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Pasadas dos horas, por fin le entregaron al bebé. Ahora él se encontraba con su hijo en brazos. El niño estaba dormido, y una de sus manitas abrazaba con fuerza la cobija.

— Joven, lamentamos mucho la perdida de la madre, pero necesitamos que nos diga por favor, el nombre de usted y del niño para realizar el registro de su nombre.

El chico miraba a su bebé, no despegaba los ojos de él, se veía tan chiquito que tenía miedo de que sus grandes brazos lo lastimaran.

— ¿Joven..?

— Joo Jaekyung. Mi nombre es Joo Jaekyung— Dijo, mientras despegaba la vista del bebé.

—Bien, anotado. ¿Y el del bebé?–  Una señorita escribió en el teclado delante de ella — ¿Qué relación tiene con el niño, con qué apellido lo registrará?

—Soy su padre —Dijo, mientras miraba otra vez al pequeño humanito que cargaba con cuidado— Su apellido.. mhm.

Se quedó pensando un momento. ¿De qué tenía cara el niño? ¿Qué apellido debía ponerle?
¿Joo o Hwang?

— Joo Jae-sang– Respondió con seguridad, mientras el doctor terminaba de escribir.

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Se encontraba observando a su bebé, notando que tenía un buen sueño y que se parecía mucho a él.

—Jin me mataría si viera que no te pareces a ella- Susurró, mientras acariciaba con cuidado la cabecita del niño.

Ahora tendría que hacerse cargo de un bebé, de su carrera y de todo aquello que conllevaba tener un hijo.

Se había convertido en un padre soltero.

Papá soltero. | Joo Jaekyung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora