03

1K 159 5
                                    

Primeros pasos.

▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔▔

Jaekyung seguía creciendo y aprendiendo más de su bebé, tanto así que el niño comenzaba a gatear. Lo hacía ocasionalmente, a veces estaba en el sofá junto a su abuela y después de unos minutos lo veías arrastrándose hasta su padre.

Para todos los habitantes del hogar era algo tierno, pues donde sea que estuviera Jaekyung, el niño siempre llegaba a él.

— Jaekyung, Jae-sang comienza a gatear y no dudo que en algún momento comenzará a caminar– Dijo la madre del chico, sentándose frente a él, con el niño en sus brazos.

— Ya sé, y estoy tomando precauciones, en serio. Mi cuarto ya tiene cosas para las esquinas y todas esas mierdas.— Respondió desinteresado, siguiendo en lo suyo.

— ¡Te he dicho que no quiero groserías en esta casa!

— Ay ya vas a empezar...– Tapó su rostro con sus manos, soltando un suspiro de irritación.

— ¡Jaekyung, cuántas veces te he dicho que..!

Las discusiones siguieron por un largo rato, rato que el niño había aprovechado para experimentar ponerse de pie y caminar hacia su padre.

El pequeño hacía leves gestos, el piso estaba frío y él descalzo. Se tambaleaba un poco, pero lograba mantenerse de pie con ayuda de las sillas en el comedor.

— ¡Qué mierda quieres..! Ouh.. — Jaekyung gritó de repente al sentir un tirón en su ropa, reaccionó en cuanto escuchó el sonido de un azote en el piso y un fuerte llanto.

— ¡Ve, todo lo tienes que arruinar!— Gritó la señora, llena de molestia— Por eso siempre lo cuido yo... Tú no sabes ni cómo atenderte a ti mismo, cómo sabrías atenderlo a él... Dios.

La mujer se levantó de su lugar, caminando hacia el niño que se encontraba delante de su papá. Cuando estuvo por levantar al pequeño del piso, los bracitos del bebé se aferraron a la pierna de su padre.

Entre el llanto de su hijo, Jaekyung alzó a Jae-sang en brazos, haciendo que él comenzara a calmarse levemente.

La madre del joven solamente se marchó de ahí, dejándolos solos a ambos. Jaekyung sintió que pudo respirar otra vez.

— Oye perdón por asustarte, no era mi intención— Dijo al oído de su hijo, mientras lo tranquilizaba con leves masajes en su espaldita.

— Sé cómo llegaste hasta ahí, ya diste tus primeros pasos, ¿Cierto?— Preguntó, sin esperar recibir respuesta— Es genial..

Jaekyung se detuvo un momento, el niño ya se había calmado. Se encontraba mirando fijamente a su padre con sus lindos ojitos.

— Algún día saldremos de aquí, ya lo verás. Tendrás un gran cuarto de juegos y yo seré el mejor boxeador que podría haber... Y tú, pulga, serás el niño más hermoso y talentoso del mundo, ¿Oíste?— Dijo, mientras lo cargaba en el aire, haciendo que el niño riera inmediatamente.

Jaekyung suspiró, esbozando una pequeña sonrisa. Se sentó en la sala y bajó a su niño, sentándolo en la alfombra.

— Camina.

El pequeño lo miró.

— Anda, camina.

Lo siguió viendo.

— ¿No vas a caminar?

Jaekyung bajó del sofá, sentándose detrás del niño, mientras lo seguía alentando a caminar.

El pequeño, ya con más seguridad, se puso con cuidado y lentitud de pie, tambaleándose un poco en el proceso. Jaekyung se mantenía alerta por cualquier cosa.

— Camina pulga.

Jae-sang comenzó a caminar con cuidado bajo la atenta y orgullosa mirada de su padre. Jaekyung celebraba cada paso que su niño daba.

— ¡Camina, anda!— Lo alentó aún más, teniendo en su rostro una gran sonrisa.

El pequeño, bueno, idéntico a su padre en (casi) todos los sentidos, quiso caminar más y más rápido.

Tanta fue su velocidad que cayó de cara en la alfombra de la sala.

Su padre dejó de animarlo y se acercó velozmente hacia él.
La casa, otra vez, se llenó de llanto y de un Jaekyung asustado.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 19 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Papá soltero. | Joo Jaekyung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora