S.D

Capituló 34: Hare lo que tu quieras

Los ojos de Ye Chen enrojecieron de repente cuando le escuchó decir que le dolía.

"No conduzcas tan fuerte". Shen Mofeng cogió el cigarrillo con la mano izquierda, silbando para apaciguar al asistente: "A lo sumo una fractura ...... no puede haberse roto, tengo mi propio número."

Al ver que el impulso del acelerador de Xiao He no se redujo, Shen Mofeng no lo rehuyó y dijo perezosamente: "La pista de nieve está tan resbaladiza que habrá un accidente automovilístico más tarde"

Realmente hubo un accidente automovilístico, y Shen Mofeng también sabía que estaría bien, pero los otros tres eran difíciles de decir.

La cara de Xiao He se puso verde, y quería frenar sin lágrimas.

Shen Mofeng había bajado un tercio de la ventana de su lado, tomó una bocanada de cigarrillo y, tan pronto como su rostro se apartó, el viento sacó la niebla blanca como una araña del auto, y el sudor frío en su frente se secó con el viento, y rápidamente apareció una fina capa de una nueva.

Tampoco quería fumar en un automóvil lleno. Era demasiado poco calificado, pero en este momento, su hombro derecho le dolía tanto que su cerebro estaba entumecido. No usar nicotina para paralizar un poco el dolor. Era demasiado difícil mantener una apariencia tranquila frente a los niños.

Y hay que mantener la ilusión de calma... "Un marido modelo que no entra en pánico cuando suceden cosas." Shen Mofeng, que pesa tres toneladas, absorbe tranquilamente la nicotina.

Ye Chen originalmente inclinó la cabeza, y levantó apresuradamente la mano para secarse las lágrimas mientras Shen Mofeng giraba la cabeza para escupir humo por la ventana. Luego, confiando en la tenue luz del automóvil, volvió la cara y agradeció solemnemente Shen Mofeng: "Hermano Shen, gracias por salvarme, si no fuera por ti..."Quería decir algunas palabras más, pero su garganta se atragantó de nuevo. No quería que Shen Mofeng lo escuchara, así que cerró apresuradamente la boca, se dio la vuelta y presionó la ventanilla de su costado para ventilar el automóvil, y luego bajó la cabeza en silencio y estiró los brazos para cerrarlo. La ventanilla del automóvil al costado de Shen Mofeng temía que se resfriara.

Shen Mofeng aprovechó el alcance de Ye Chen para cerrar la ventanilla del auto y sujetó su brazo con la mano izquierda de manera leve o severa. Luego se agachó ligeramente con un cigarrillo en la mano, inclinó la cabeza y miró a la cara de Ye Chen a través de la luz de la luna, y preguntó en voz baja: "¿Qué te pasa?""

"Nada ......", Ye Chen torció inconscientemente la cabeza.

"Date la vuelta". Dijo Shen Mofeng, su voz era muy suave.

Ye Chen se volvió honestamente, las marcas de agua en su rostro eran obvias y deslumbrantes cuando la luz de la luna se desvió en un cierto ángulo, y no pudo ocultarlo en absoluto.

Los párpados de Shen Mofeng se levantaron ligeramente y las comisuras de sus labios se curvaron: "Esto ..."

Temeroso de que el asistente avergonzara a Ye Chen cuando lo escuchara, se tragó la segunda mitad de la oración, soltó a Ye Chen, agarró un puñado de pañuelos de la caja de almacenamiento con la mano izquierda y se los entregó, y tocó el respaldo del asiento del copiloto: "Mi teléfono".

Xiao Liu sacó apresuradamente su teléfono y se lo dio.

Shen Mofeng utilizó su mano izquierda para usar lentamente WeChat y enviar un mensaje a Ye Chen: "No es para tanto, no llores".

Ye Chen se secó las lágrimas, moqueó en voz baja y, en trance, metió el resto del montón de Kleenex en el puño de su traje.

No es intencionado, es puramente un reflejo