Reunidos con sus amigos, Darwin y Cavani, sin hacer de lado a su anfitrión Araújo junto a su prima Mackenzie. Hace un rato se fueron Suárez y su mujer Sofía, ya que según ellos tenían cosas pendientes.
Los cuatro estaban en ronda tomando mates tranquilos mientras hablaban de cosas variadas, como de política, situaciones actuales futbolísticas, etc.
Sí, en todo este tiempo las miradas entre Mackenzie y Darwin no cesaban, llega do al pijeo de sus compañeros, quienes bromeaban haciendo sonrojar a la femenina mientras Darwin negaba todo insultando a ambos en situaciones.
- Che, tengo que hacer un mandado - avisó Araújo mientras miraba su celular soltando un quejido - Vo, Cavani, ¿Me podés acompañar?
- Estem...bueno - dijo cerrando el pico del término mientras lo dejaba a un lado. - ¿Dónde es?
- Tengo que ir a paysandú - ellos estaban en salto, lo que les da como una hora aproximadamente de ir de acá hasta allá.
- Uff...¿Tanto?
- Y sí.
- ¿Qué vas a hacer?- bufó pensando en el tiempo que se tenía que fumar a Ronald. Mentira colgala, ellos se llevan bien.
- Unas cosas
- ¿Qué cosas?
-¡Un mandado!, punto - rodó los ojos divertido mientras ambos se levantaban.
Sí, ellos se iban les hacían saber a Mackenzie y Darwin que iban a estar completamente solos por unos cuantos minutos. Lo que hizo pensar a Darwin sobre todo esto.
- Vo, Darwin - llamó Ronald, al cual el nombrado le prestó de su atención - te encargo a Kenzie, pobre de vos que le haga salgo - amenazó mientras acomodaba su bermuda.
Núñez rodó los ojos, pensando en lo que le dijo aquel pajero - Tengo esposa bobolón, ¿qué querés que le haga a tu prima? - preguntó en voz alta. Mackenzie se percató claramente de aquello, mientras se sentía utilizada por aquel tatuado.
- Y no sé, pero cuidala - pidió mié tras le hablo a cavani para ambos finalmente irse.
Sí, ellos dos estaban completamente solos en aquel lugar. Oh, se me olvidó decirles que son las nueve y cincuenta y dos de la noche y a Darwin se le ocurrió una idea hacia Mackenzie.
El pelinegro vió a la rubia, pensando en como decirle que quería invitarla a una fiesta. Mentira, iban a ir a algún boliche para bailar y sin saber que pasará después.
Kenzie se dió cuenta de como el pelinegro quería pasarle la palabra, pero no sabía cómo. Entonces se atrevió a dar el primer paso para que él pueda finalmente hablar.
- ¿Pasó algo?
Darwin al escucharla pensó. ¿Debería decirle?, ¿Y si lo rechaza?, se cagaría de risa por sí mismo. La vió a los ojos intentando mantener una confianza para luego soltar.
- Eh, sí
Que boludo. Pensó Darwin al saber que le dijo, recibiendo como respuesta una seña para que pudiera seguir con su petición.
- ¿Tenés ganas de salir?
Finalmente lo logró, exitosamente dependiendo de la respuesta final Kenzie, la cual lo pensó. No estaría mal salir, la femenina lo vio y asintió.
- Pero depende
- ¿Y a una fiesta?
- ¿Qué fiesta?
Ahora el tatuado tenía por seguro a dónde la quería llevar que eran unas fiestas para gente con dinero y muy reconocidas internacional o nacionalmente hablando.
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ᴍᴀꜱ qᴜᴇ ᴄᴏɪnᴄɪdᴇɴcɪᴀ
Lãng mạnrealmente habrá sido coincidencia que el destino los haya cruzado a ambos. aún así, por más amor que haya, las famosas tentaciones que ocurrirán entre ambos, esto no funcionará. - Tengo esposa e hijos, no creo que esto pueda funcionar...- explicó e...