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En una habitación de algún hotel se encontraban dos personas que desde hace algunos días se habían extrañado demasiado y ahora podían por lo menos estar unas horas juntos como querían

Megumi: mmm ahhh -gimió al sentir como la boca ajena succionaba su dura erección que desde que entraron se había hecho presente

—: Gemirás así para mi -dijo la persona al momento de sacar el miembro del pelinegro de su boca -: Una vez que te la meta ?-preguntó ronco al momento de pasar su lengua por todo el duro miembro del chico

Megumi solo cerró los ojos al escuchar esa voz cargada de deseo por él hace cuánto no escuchaba esa voz de esa forma, a si, ahora lo recordaba, desde hace 2 meses no pudieron verse y eso los había jodido de alguna forma

—: Dime bebé -la ronca voz demostraba lo excitado que estaba hacia tiempo que no estaba así junto al pelinegro —: Gemirás así sin importar que alguien más escuché -volvió a decir al momento de acariciar el miembro del menor haciendo que el cuerpo del chico se estremeciera por esa acción —: Si supieran realmente que solo conmigo te comportas así -dijo riendo bajo mientras su mano no dejaba de subir y bajar lentamente sobre el estímulado miembro del menor

Megumi sólo podía gemir sin importarle si era escuchado, lo único que quería en esos momentos era a la persona que estaba entre sus piernas torturandolo tan jodidamente bien

Megumi: mmm ahh s-s-i-i -medio gimió al sentir una nueva lamida en su miembro mientras unas fuertes manos separaban más sus piernas para tener más acceso a su entrepierna y su entrada la cuál estaba ansiosa y ya un poco húmeda

—: Oh bebé -susurró mientras lo miraba desde su posición con una sonrisa cruel —: Tan ansioso estás ?-preguntó mientras apretaba el duro y rojo miembro del menor sacándole un fuerte gemido por su acción —: No sabía que me hecharás tanto de menos -dijo con suavidad mientras una de sus mano bajaba hasta llegar a una blanca y suave nalga del menor

Megumi: Ahh mmm N-noo -dijo mientras su respiración se hacía más agitada al sentir como esa mano intrusa acariciaba su nalga y la apretaba, jamás se había sentido así, ni mucho menos se sentía así de deseado como ahora y eso que su amante siempre era creativo a la hora de encontrarse y amarse como nunca

—: Mira como reaccionas a mi toque y caricias bebé -le dijo más que emocionado mientras paraba su movimiento en el miembro del menor para darle un suspiro pero no dejaba de acariciar la nalga derecha del menor -: Uh todavía no cariño -susurró al sentir el pequeño temblor en el pene del menor —: Se que aún no quieres correrte ya que no me he metido en ti o si ?-preguntó al momento de apretar suavemente el pene rojizo y resbaloso del menor

Megumi: Es- ah ah pera ah -dijo al momento de levantar su cabeza de la almohada para ver a la persona que estaba entre sus piernas —: Er-r-es cr-uel -le dijo fijando su mirada azul oscuro desorbitada y húmeda por el placer que su amante le estaba dando

—: Cruel yo ? Eso piensas de mi ?-susurró conectando su mirada con la del menor —: Bebé, Tú no sabes lo cruel que puedo ser en la cama pero -le dijo al momento de separar un poco su nalga de la otra y buscar lentamente ese lugar donde sabia que el menor miraría juegos artificiales y en dónde él se moría por estar ahí siempre dentro de Megumi Fushiguro —: Hoy no quiero ser cruel contigo bebé, hoy nos volvimos a ver y lo único que no deseo es ser cruel contigo -le dijo sonriendo de lado sin apartar su mirada de la del menor al momento de hacer que uno de sus dedos entrara en el menor acariciando lentamente ese lugar tan cálido y apretado que tanto le gustaba probar, tocar y arremeter con todas sus fuerzas

Megumi miraba a su amante con deseo contenido cuánto había deseado y extrañado de esa forma al mayor, hacia tiempo que no podían estar juntos así de esa forma solo ellos solos como si no existieran más personas a su alrededor

Gojo-sensei siendo Gojo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora