Cazadora De Lobos //Wenclair//

Caza

Esperó a la luna nueva, porque sabía que allí los lobos estarían algo más débiles, esperó hasta que Enid durmiera y se vistió y preparó para salir al pleno bosque, aún con su pierna pachucha se marchó.

Fue allí pensando en donde podrían estar los hombres lobo en estas ocasiones, subió hasta las montañas y buscó por donde encontró algun tipo de rastro.

Al final consiguió encontrar a un lobo solitario, uno relativamente pequeño, supuso que debía ser un omega, se lanzó a atacarle muy seguido, sin dejar hueco a un contraataque, el pobre lobo que solo había salido a por comida sufrió varios ataques y torturas menores, soltó varios quejidos y aullidos, estaba a punto de morir cuando escuchó un aullido de respuesta.

La morena no sabía cómo reaccionar a eso, quiso acabar rápido allí e irse de nuevo a dormir, pero escuchó correr al otro lobo que venía a ayudar a su compañero, estaba muy cerca, consiguió matar al omega que había atrapado cortándole la garganta cruelmente, y justo en ese momento apareció el segundo lobo, uno enorme y rubio, uno familiar.

-No me jodas...- Susurró Addams viendo a su compañera de habitación, ella al principio se abalanzó sobre Wednesday, gruñendo y mostrando sus dientes para defender al otro lobo, en vano porque ya estaba muerto, Enid se dió cuenta de que ya murió y estaba dispuesta a atacar al culpable pero cuando la reconoció, el miedo inundó sus ojos en lugar de la furia, dio unos pasos hacia atrás y cayó de bruces, no sabía que hacer, no sabia que pensar ni como interpretar eso.

Mientras tanto la morena estaba en el suelo, boca arriba, no sabía si el instinto de Enid acabaría con ella o la dejaria ir, no sabía nada, ambas estaban confusas y nerviosas.

Enid se levantó rápido y salió corriendo de allí, llorando por la terrible escena que acababa de ver.

Corrió mucho, muchísimo, llegó enseguida a su cuarto, recogió lo básico y se marchó de allí, fue a acampar al cuarto de una amiga suya de la manada.

-Enid es muy tarde...- Se quejó la chica, pero al fijarse bien en la rubia cambió la expresión.

-¿Qué ha pasado? Ven pasa.- Dijo abriendo más la puerta para dejar entrar a la loba, que tenía la mirada perdida y temblaba más que los terremotos de Chile.

-Yo...W-Wednesday...Un lobo...Él...La san-sangre...Y-Yo...- No decía ni una palabra sin tartamudear.

-Ey, calma...¿Qué dices que ha pasado?- La joven bostezo un poco, pero le estaba prestando atención a Enid.

La rubia no dijo nada más, abrazó a su amiga loba soltando lágrimas saladas.

Enid no durmió en toda la noche, ni las siguientes, no volvió a su cuarto, quiso cambiar de cuarto pero al no decir el por qué, no le dejaron.

Había hecho de todo por evitar cruzarse con la morena esos días, pero al día número 16 tuvo que volver allí, entró y todo fue muy incómodo.

-Enid, volviste.- Comentó Wednesday, sabía que era cuestión de tiempo cuanto tardaría en regresar la rubia.

-Tenía que coger algunas cosas.- Dijo Enid corriendo de un lado para otro agarrando todas sus cosas, la Addams se levantó y tomó la muñeca de su compañera, ella se quedó helada.

-Oye, te quería explicar lo del otro día...- Empezó a decir.

-No necesito explicaciones, creo que ya sé lo que estaba pasando, gracias.- Respondía sarcástica, no quería estar cerca de ella, no después de lo que vio.

-¿Se lo has dicho a alguien?-

-No he sido capaz.- Cabizbaja admitió su cobardía, aún podía sentir el shock y la adrenalina en lo profundo de ella.