Visita de las familias

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El día empezó fuerte para Wednesday, todo lleno de familias hablando y pancartas que decían: bienvenidos.

Nunca había sido supersticiosa pero estaba inquieta por su visión, se preparó y fue a la entrada de Nunca Más, a esperar a sus padres y a su hermano, no tardaron mucho, pronto vió llegar a una limusina negra de la que salieron sus padres tomados de la mano como siempre y su hermano, que traía una cajita.

-Mi nubarroncito, ¿Como estás?¿Te estás adaptando a este colegio?- Le preguntó Gómez tan gentil como siempre, eso asqueaba a Wednesday, pero en el fondo le admiraba.

-Si padre, estoy haciendo muchas cosas.-

-¡Wednesday te traje esto!- Habló si hermano llegando hasta ella dándole un medio abrazo que claro la morena no aceptó y luego le entregó la cajita.

-¿Qué es esto Pugsley?- Demandó irritada, no soportaba a su hermano pero él parecia quererla mucho a pesar de eso.

-Son bombones, te los traje porque pensé que aquí no tienen, son los que te gustan, de chocolate negro.-

-Gracias.- Fue muy seca de nuevo.

-¿Bueno que tal si pasamos adentro y comemos? Se está haciendo tarde.- Morticia empezaba a tener hambre y se notaba en su tono de voz.

-Claro, vamos.- Respondió Wednesday sin ganas, no quería comer, no tenía hambre, y no quería soportar a sus padres dándose mimos constantemente.

-...Cara mía~ Se escuchó por detrás.
"Ya empezamos" la morena no podía evitar enfadarse, el comportamiento de sus padres le sacaba de quicio.

Se sentaron por familias, cada uno con la suya y a veces dos se juntaban, desde su mesa Wednesday podía ver a la familia Sinclair, decidió analizarlos, quería ver cómo eran los padres de Enid comparados con ella.

Vió que la rubia se expresaba incómoda, tenía los hombros tensos y la mirada baja, aunque se esforzaba por ponerse recta.

-¿A quien miras tanto mi tormenta?- Dijo Gómez intentando ver a quien miraba, vio que era a una familia de una especie que no identificó.

-¿Es a esa gente de allí?- Dijo el hombre y Wednesday volvió a ponerse firme y en su lugar.

-Es que ella es mi compañera de habitación.-

-Se me ve maja,¿Qué clase de monstruo es?- Opinó Morticia.

-Pues es...-Sabia que si decía que eran hombres lobo ellos iban a ir a capturarlos.

-No le gusta hablar sobre su especie...Ha tenido que lidiar con algunos idiotas.- Se excusó.

-Pues invitala a que venga un día a casa a comer y así conocemos a tu amiga.- Propuso el padre alegre.

-¡No!- La sola idea de que Enid pisara su casa le ponía de los nervios, con todas esas pieles y garras y cabezas de licántropos que estaban por todas partes colgadas como trofeos.

Al acabar de comer la Addams salió corriendo de allí, no quería seguir conviviendo con su familia, se dirigió al único sitio donde siempre podría ir, a la colmena de abejas de Eugene.

-Hola Wednesday,¿Vienes a ayudar con la colmena? Es genial.- La saludó feliz nada más ella entró.

-Hola Eugene,¿No tienes visita hoy?- Preguntó curiosa, ese chico parecía internado en la vieja cabaña esa.

-No, me dijeron mis madres que no podrán venir esta vez porque ambas tienen que trabajar, ya nos veremos en otro momento, yo sé que me quieren.- Dijo un poco apenado, no le gustaba ver como todo el mundo se reunía con sus familias y él estaba metido en una cabaña, solo, otra vez.

-Eso está bien, yo odio a mis padres y mi hermano me irrita.-

-Deberias valorarlos más porque puede que algún dia- No pudo seguir la frase porque algo impactó con la cabaña, Wednesday diría que una piedra gigante,¿Un meteorito? Imposible, las probabilidades de eso eran bajísimas.

Por suerte a Eugene no le llegó a impactar la roca, pero a la morena le atrapó un pie.

-¡¿Wednesday estás bien?!- Al darse cuenta de la situación el chico corrió a ayudar a su amiga, la cual estaba echada en el suelo, con una nueva visión y desde la rodilla para abajo hecha mierda.

En la visión no vió mucho esta vez, solo a Xavier y otro chico al que no reconoció que se parecia mucho a él para luego ver algo borroso que alzaba una piedra enorme con telequinesis y arrojarla a donde ellos estaban.

Luego de eso despertó.

-Eugene...Pide ayuda a alguien fuerte... O mejor a varias personas para que quiten esto...- Para que mentir, le dolía como mil demonios pero no quería verse débil así que se limitó a hacer muecas de dolor y algunos sonidos bajos, cuando el chico salió corriendo a buscar ayuda decidió intentar hacer palanca con algo de allí, no iba a quedarse quieta mientras esperaba.
Solo consiguió hacerse más daño.

En pocos minutos Eugene volvió acompañado por Xavier, Enid, Bianca y un par de jóvenes más con cara de preocupación.

No dijeron mucho, solo se echaron un par de miradas y se coordinaron para entre todos conseguir levantar la piedra lo suficiente como para sacar a Wednesday.

La Addams intentó levantarse, pero cayó al suelo, sin una de sus piernas operativas para hacer de punto de apoyo, era difícil ponerse de pie y hacer algo, sobre todo si no estaba acostumbrada.

Enid decidió ayudarla, le dejó apoyarse en su hombro y caminar juntas, fueron muy despacio porque a la morena se le dificultaba andar, daba saltitos.

Un rato después a Wednesday le tocó ir con muletas y escayola, y sabía perfectamente nada más salir a quien debía dirigirse, fue deprisa hasta la cabaña de Xavier.

-¿¡Fuiste tú!?- Chilló nada más cruzar la puerta, el chico la miró confundido.

-¿Qué?-

-No te hagas el tonto,¿Fuiste tú quien tiró esa roca con telequinesis? Dime la verdad o te juro que- Dijo amenazando con un fino cuchillo el cuello del otro, siempre tan agresiva, dejó caer sus muletas para poder coger el cuchillo.

-O si no qué, yo también puedo jugar Wednesday, que pensaría tu amiga la lobita si supiera a lo que te dedicas? Además, yo no tiré la roca.- Algo fallaba, el aparto la mirada.

-¿Entonces quién?- Pregunto ya harta.

-No lo sé vale.- Contestó muy rápido, de nuevo alli estaba, algo iba mal, él mentía.

-Por qué proteges al culpable.- Dijo exigiendo respuesta.

-¡Aqui la única culpable de algo eres tú!¡Si solo has venido a acusarme ya te estás yendo!- Gritó Xavier empujando a la niña, olvidándose de su escayola y haciendo que ella se caiga al suelo.

Ella se levantó enfadada pero sin mostrarlo, cogió sus muletas, las cuales ella decía que no necesitaba y se marchó de allí no sin antes decir la última palabra.

-Una palabra a Enid y estás muerto.- No quería que ella se enterara y mucho menos arruinar su reputación.

No quería tener que lidiar con una manada entera de lobos furiosos pero también pensó:

Que llevaba mucho tiempo sin salir de caza.

Cazadora De Lobos //Wenclair//Donde viven las historias. Descúbrelo ahora