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Matsu odia el calor, él lo aborrece

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Matsu odia el calor, él lo aborrece.

... Pero parece que a Tanjiro, su novio de hace ya tres meses, no le parece tan abrumador o incómodo.

Los ojos grises de Matsu están fijos en el techo de la habitación, las sábanas están tiradas en el suelo y él jura que su espalda desnuda está asquerosamente pegada al futón por el sudor. Las puertas corredizas de la habitación están cerradas y la ventana también porque a Matsu le cuesta dormir con los sonidos de afuera, sin embargo lo peor de esta situación era Tanjiro, quien yace acostado a su lado.

Tanjiro está dormido plácidamente, su brazo y pierna derecha están encima de Matsu, un abrazo lateral de oso y Matsu está pensando seriamente en agarrar a su novio y tirarlo por la ventana.

El cuerpo de Tanjiro es caluroso, casi caliente, un horno humano y Matsu trata de separar a su novio lentamente de él, pero Tanjiro tiene un agarre fuerte y no suelta su abrazo. Afortunadamente para Matsu, los ronquidos suaves de Tanjiro no son molestos, son casi imperceptibles considerando que sus rostros están cerca, literalmente Tanjiro frota su mejilla contra la mejilla de Matsu entre sueños.

—Me voy a morir estando aquí...—. Matsu murmura para sí mismo, aún mirando el techo de la habitación.

Él deja de mirar el techo para fijar sus ojos grises para poder mirar el rostro de Tanjiro, tan tranquilo y relajado... Matsu suelta un suspiro cansado. El cazador de demonios quita algunos mechones burdeos de la frente de su novio, su cabello estaba desordenado y era extrañamente atractivo ver a Tanjiro sin su acostumbrado peinado hacia atrás. Matsu sonríe un poco y pasa su pulgar suavemente en la ceja derecha de su novio, luego toca ligeramente la marca de su frente y su pómulo con cariño, viendo las pestañas cortas de Tanjiro proyectar tenues sombras en sus mejillas.

Ugh, que asqueroso es estar tan enamorado.

Matsu seguiría observando el rostro dormido del Kamado sin problema alguno... hasta que nota como la comisura de los labios de Tanjiro se elevan ligeramente hacia arriba, temblando un poco, como si se esforzara en mantenerse serio. Matsu no tuvo que pensar demasiado para darse cuenta que su novio estaba fingiendo dormir. Él, siendo el rencoroso que es, le da un tirón al lóbulo de la oreja de Tanjiro, teniendo cuidado con el arete Hanafuda, Tanjiro no puede evitar soltar un querido suave entre risas.

—H-Hey, eso duele...

—Agradece que soy gentil y benevolente—. Matsu contesta, soltando la oreja de Tanjiro en el momento en que los ojos del Kamado se abren y miran sus ojos grises.

Matsu cree que nunca podría aburrirse de ver los ojos amables y gentiles de Tanjiro.

Los dos chicos se quedan en silencio mientras se miran, la habitación está a oscuras al ser de noche pero ambos pueden ver el rostro del otro, ya que la luna se asoma ligeramente por la ventana, iluminando de manera tenue sus facciones. Tanjirou se acerca más a él, sonriendo mientras acaricia la mejilla izquierda de Matsu, quien ahora estaba acostado de costado. Tanjiro decide mover su mano más abajo, de su mejilla hasta su cuello, de su cuello hasta el costado de los bíceps de Matsu hasta quedar en la cadera, su dedo pulgar dando caricias circulares en el hueso que sobresale en la cadera de Matsu, su uña rascando inocentemente la piel.

© Confession  [ Kamado Tanjirou ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora