Necesitaba, pese a que solo vi el Live Action, escribir sobre los personajes de One Piece.
Sobre todo, de Coby-Koby, porque apenas hay historias de él (incluso del propio actor que le da vida).
¿Advertencia? Sí. He escrito una cacota, pero llevaba demasiado tiempo con esta micro historia pendiente y unas inmensas ganas por culminarla.
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Tenía en sus manos el artilugio más valioso e interesante que jamás hubo conocido en el mundo mágico. Se trataba del mapa de los merodeadores. Uno que mostraba pasadizos secretos y que, además, desvelaba la ubicación de cada una de las personas que se encontraban en el castillo de Hogwarts. Se lo había obsequiado su buen amigo, Luffy; un Gryffindor que solía perseguir a una pelirroja de su casa, Nami. En cambio, ésta frecuentaba a un tipo cuyo cabello hacía juego con su casa; se trataba de Roronoa Zoro. Luego estaba ese rubito de expresiones coquetas de Hufflepuff y su fiel compañero de habitación, Usopp.
Pese a sus diferencias, eran el grupo más admirado del colegio de magia y hechicería de Escocia.
ᅳ¿Por qué me lo das? Seguro que a ti te hace más falta que a mí. Después de todo, yo no voy poniendo bombas fétidas por los pasillos ni en las salas comunes ᅳdijo Coby; prefecto de Ravenclaw y cómplice de las travesuras de Luffyᅳ. Hago la vista gorda porque eres mi amigo y porque reconozco que tu filosofía acerca de impartir justicia es íntegra y honrada.
Luffy levantó las comisuras de sus labios, tenía plasmada una picaresca sonrisa.
ᅳ¡Por supuesto! ᅳexclamó él complacido por sus palabrasᅳ. Nunca podría quedarme de brazos cruzados ante las injusticias. Mismamente ayer, el profesor Snape le quitó puntos a Usopp porque llevaba mal puesta su túnica.
ᅳOh, por eso lo del dulce de hipo-tos ᅳmurmuró Coby rememorando la escena del día anterior. Debe admitir para sí mismo que el chico es ingeniosoᅳ. Como te decía: no necesito el mapa.
Sanji apareció tras él colgándose de su hombro mientras Usopp se detenía en el lado contrario devorando una rana de chocolate.
ᅳClaro que lo necesitas, amigo mío ᅳhabló con ese dialéctico característico de su lugar de nacimientoᅳ. Te vendrá de perlas para llegar más rápido a los sitios.
ᅳPatrullar los corredores sin salir de tu cama.ᅳLe siguió Luffy.
ᅳY espiar dónde y con quién está tu querida Alexia.ᅳTerminó Sanji ganándose todas las miradas de los presentes; Coby se ruborizó mientras abría la boca pasmadoᅳ. Vamos, no me miren así. Este chico de aquí está coladito de la hermosa Ravenclaw.
Ahora que la atención se la había ganado el de cabello rosa, los nervios le crisparon en todo el cuerpo, viéndose cada vez más pequeño frente a sus amigos. Fue entonces cuando Usopp alzó los brazos en señal de victoria gritando del mismo modo que al comentar los partidos de Quidditch; poseía una increíble habilidad para narrar historias, batallas y competencias deportivas. Aunque Usopp descubrió ese mismo año a un diamante en bruto: Lee Jordan.
