Un día triste como hoy (2)

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Miré hacía él, estaba de pie junto a la puerta, mientras yo, un animal lleno de todos los demás, a los cuales había devorado hace realmente poco, aquel lobo lleno de ansiedad, ira, vergüenza, miedo y angustia, lo devoraba poco a poco mientras él no miraba a esta habitación, mientras él no se daba cuenta de la realidad que estaba viviendo, tratando de evitarlo en sueños, distracciones y comida, te quedaste mudo, cayendo lentamente al suelo, solo te sentaste y lloraste, ya no querías huir, ya estabas cansado de hacerlo, solo te resignaste ahí mismo, al fin no habías sido un cobarde, o solo estabas un poco muy cansado de todo esto, no te puedo culpar, es algo tan horrible por lo que pasas, pero eso solo me alimenta, adelante, enfréntame, enfrenta tus miedo, tus verdaderos sentimientos fueron tu monstruo todo este tiempo, solo porque no quieres seguir adelante, entonces abrí mi hocico, en tu dirección, acercándome lentamente hasta poder devorarte por completo.

Pero abriste los ojos, tus ojos llenos de lágrimas, te abrazabas a ti mismo en el suelo, lleno de miedo al interior de un lobo como yo, la luna se apagaba, pero por más tenue que fuera seguía ese brillo, ese brillo que no le permitía apagarse por completo, no quieres desamparar a tu madre, ¿o si? No quieres desamparar a un amigo, ¿o si? No quieres desamparar a un amante,  ¿o si?...

...








Fin

Alister's animalsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora