|Capítulo 7: La flor azul|

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Stratený Les, Oeste del mundo, Klan de los Nacidos de las Nubes

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Stratený Les, Oeste del mundo, Klan de los Nacidos de las Nubes.

—¿Tienen idea de cómo pudieron llegar aquí? —preguntó el mayor de los Mestizos a los habitantes del Na'Farko.

—En realidad, no —respondió Virav en dicha oportunidad—. Estábamos en medio de un enfrentamiento.

—Luego de que Jiiuen murió, sucedió algo extraño. Apareció una especie de portal, cuya esencia era inestable —complementó Syoxi, sin terminar lo que tenía en el cuenco. Se colocó de pie y exhaló—. Con permiso, ya que es de lo que me diste, Dante —enfatizó, dándole un vistazo distante al aludido—, lo compartiré con el señor Azael.

Dante no se molestó en responderle. La observó por escasos segundos y regresó la atención a sus propios alimentos.

—¿Después de un enfrentamiento? —preguntó Gael. Llevó una mano al mentón e ignoró la tensión entre la mujer y su protegido. De inmediato, extrajo de su bolsa el libro y una pluma—. Quizás exista una conexión. Verán, la única manera de abrir el portal desde Nebesky Les —sustrajo un mapa del territorio—, es mediante el choque de energías demasiado poderosas y opuestas. Positiva y negativa.

Interesado y curioso, Pouri se inclinó para apreciar los detalles trazados en aquella superficie textil.

—¿Choque de energías opuestas? Mmm... —Pouri esbozó una ligera mueca—. Tal vez así funcione su energía, pero el Ha no es negativo o positivo, solo es Ha —aclaró en un tono apacible—. Entonces, ¿cómo aplicaría eso a nosotros?

Antes de que Gael respondiera, Virav intervino:

—Es posible que la contaminación de los Oscuros tenga cierto comportamiento similar a ello.

—Mmm... —Pouri acentuó la mueca—. Es una posibilidad a considerar, mas sigue sin explicar que estemos aquí. Strateny Les no está en el Na'Farko. ¿Por qué sería de esa forma?

—Me temo que no lo sé —respondió el Aventurero.

—No todo tiene una razón de ser —expuso Virav—. Ya estamos aquí, así que debemos buscar la forma de regresar en lugar de preocuparnos por la forma en la que llegamos.

—Así es. He reunido información a lo largo de los años. —Gael señaló su libro con anotaciones y dibujos—. Entre todos, podemos descifrar los datos que no he conseguido por mi cuenta, y descubrir la salida.

Pouri se conservó en mutismos. Tal vez debía confiar en que lograrían hallar la forma de regresar a donde pertenecían. No obstante, tenía la ligera impresión de que conllevaría más tiempo del que les gustaría.

Al terminar de almorzar, Dante se encargó de limpiar los cuencos utilizados y de guardar las mantas antes de indicar que debían seguir el trayecto. En respuesta, Gael asintió con la cabeza y ayudó a Azael a incorporarse, quien soltó un alarido debido a la molestia de la herida. Sin embargo, el Aventurero no se apaciguó de él y lo jaló, provocando que el Demonio emitiera un casquillo.

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