𝖳 𝗐 𝖾 𝗅 𝗏 𝖾

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-¡George! ¡George! ¡No!

El grito distante algo ahogado de Charles fue lo que lo despertó, extrañado por la ausencia del cuerpo de su compañero durmiendo sobre él,tal como recordaba la última vez,miro su mano para notar que ya no estaba unida a la de Charles.

Miro alrededor con ojos muy abiertos,la  arena se hundió debajo de su cuerpo,lo noto sobre sus ropas negras de siempre,del primer día,de lo que recordaba.

-¡George!

Escucho golpes y miro el desierto a su alrededor,hasta que lo encontró,metros lejos de él.

La caja de cristal

Y el estaba afuera

Pero no Charles

-Charles- se levantó de golpe, el chico estaba dentro, corrió hacia él.

Lo vio golpear el vidrio desde adentro,de rodillas,vio sus hombros sacudirse con el llanto.

-¡Charles! -George golpeó el cristal,por dentro estaba aterrado, escucho al menor llorar,el vidrio apenas ahogaba un poco el sonido a pesar de que parecía muy grueso.

-¡No me ibas a dejar! ¡Lo prometiste!- Golpeo el vidrio con fuerza,y claro que nada paso- ¡Saliste! ¡Me dejaste! ¡Lo prometiste,George,lo prometiste!- Lloró,sin dejar de golpear el cristal.

-¡No me iré! ¡Yo no salí! ¡No se que hago aquí! - George negó,poso su mano en el vidrio,donde del otro lado estaba la mano de Charles - ¡No me iré hasta que pueda sacarte de allí!

El menor mantenía la cabeza agachada,temblaba completamente,apartó su mano del vidrio para llevarla a su pecho, abrazándose a si mismo.

-No respiro...- murmuró, aunque George lo pudo escuchar y sus ojos se abrieron con pánico.

-¡Charles, Charles!-se arrodilló frente a él golpeó el vidrio para llamar su atención, él menor lo miró con expresión dolorosa, su rostro está empapado de lágrimas-. Mírame, sólo mírame y todo estará bien...

Un viento fuerte azotó los cabellos de George y algo de arena voló raspando su piel descubierta, de la nada, todo se había vuelto gris y oscuro de nuevo.

George tardó en entender, tardó en ver.

Estaba lloviendo dentro de la caja.

George miró a sus pies con miedo, el agua ya había llenado los primeros centímetros de la caja y la lluvia caía con fuerza sobre él.

-Charles... Tranquilo- lo llamo George-. Mírame, sólo mírame.

Sus asustados ojos se encontraron con q se del pelinegro, que también tenían pánico en ellos.

-S-Se va a llenar...se va a llenar de agua-murmuró,su voz con gran miedo en ella.

-Charles mírame,que no pasa nada...-George intentaba calmarlo con Todo su esfuerzo,Pero ni siquiera lo estaba calmando para funcionar, alguien asustado no podía tranquilizar a alguien asustado -¿Sabés nadar?

Charles nego, el agua había pasado sus tobillos.

-Mueve las paredes, para que no suba.-

Charles se levantó y se acercó a la pared, intento avanzar su pie terminó en el vidrio, pateó el cristal varias veces.

-¡No funciona!

Retrocedió, el agua creció demasiado rápido,ya estaba por debajo de sus rodillas.

Sintió su pie atascarse en algo, al mirar, no había nada, pero parecía que estaba pegada al suelo, intentando despegarlo del suelo, pero se sentía clavado, se vió incapaz de mover ninguno de sus pies.

-George...- llamó, al único que conocía y que creía que podía salvarle, en su interior- No puedo moverme...

Sollozo, mientras el agua subía y subía.

El mayor miró con impotencia la caja, comenzó a llorar porque no sabía que más hacer, en un ataque desesperado,comenzó a golpear el vidrio con toda su fuerza, con sus puños, con su cuerpo completo, hasta cansarse y sollozar de dolor, todo su cuerpo dolía, todo su ser.

-¡George, para!

Entre sollozos, miró a el agua llegaba hasta su pecho, él menor le sonrió de forma penosa y negó.

-Ya... No, no te esfuerces, te haces daño murmuró- Gracias, por todo.

George negó.

-No voy a dejarte, no voy a dejar esto así... Voy a sacarte de aquí, cariño, yo debo...

-No se puede romper- negó, el agua llegaba a sus hombros-. Vete déjame... No me veas.

-No lo haré.

-George... sorbio su nariz No quiero que veas... No te hará bien...Huye.

-¡No voy a dejarte!- lloro-Charles no...- sus piernas temblaron, apoyó sus manos en el vidrio, la caja ahora parecía una pecera gigante.

-Te amo, George dijo, cuando el agua estaba a la altura de su cuello- Con todo mi corazón, no lo olvides...

George apoyó la frente en el vidrio, el llanto no lo dejó responder, cerró sus ojos con fuerza, sus manos en puños para aguantar la furia, escuchó el agua agitarse, escucho a Charles luchar por última vez, hasta que todo quedó en silencio de nuevo, y hasta la lluvia se detuvo.





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𝙇𝙤𝙫𝙚𝙡𝙮 𝘎𝘦𝘰𝘳𝘨𝘦 𝘙𝘶𝘴𝘴𝘦𝘭𝘭 𝐿𝑒𝑐𝑙𝑒𝑟𝑠𝑠𝑒𝑙𝑙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora