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Sasuke era un mar de lágrimas desde que su nueva amiga Sakura se había ido y quedó solo con su esposo,que en si,no se veía contento, para nada.
En primera, porque el rubio había detectado varios olores desagradables (según su olfato) en el cuerpo de su alfa, segunda porque una mujer OMEGA muy hermosa había llegado con el a su casa cuando se suponía que debía llegar con el era el hermano de su alfa; sin embargo, después de que Sasuke hipara varias veces y se secara los mocos, este le explicó la razón por la cual la pelirrosa había llegado con el, Naruto algo convencido dejo pasar eso, no porque desconfiara de su esposo, sino que algunos omegas, tanto hombres como mujeres se pasaban de listos con su sentimental marido.
Mientras Sasuke se trataba de explicar y dejaba de llorar, Naruto le preparaba lo necesario para que se relaje, mientras el alfa se explicaba, Naruto le ataba su cabello en una colita baja, le quitaba el saco , aflojaba algunos botones de su camisa, le quitaba su corbata, al igual que sus zapatos y los guío al comedor, dónde le sirvió un pequeño banquete de varios aperitivos para degustar, sin olvidar las rodajas de tomate.
Una vez que el azabache se calmo y termino de comer, Naruto lo mando a ducharse y el alfa, obediente y fiel a su Omega acató la orden dada; Naruto se aseguró que su marido obedeciera y luego bajo a deshacer su maleta, aguantando las enormes ganas de abrazarse a su marido y tener su merecido reencuentro.
Una vez hecho eso y transcurrido el tiempo de la ducha, Naruto dejo salir su olor que tenía reprimido, esparciendo su dulce aroma por toda la casa como si de humo se tratase, respiro ondo cerrando los ojos y dejo salir el aire caliente abruptamente, al abrir sus ojos estos ya no estaban en su color habitual, sino de un dorado brillante, sonrió al escuchar un estruendo arriba, subió las escaleras tan tranquilo que ni parecía que estaba apunto de atacar a su recién llegado marido.
Al llegar a su habitación y tener su mano derecha en el picaporte, relajo sus músculos y se preparó mentalmente para lo que pasaría allí dentro, estaba consiente de que una vez entraba, ya no saldría nadie de allí.
Abrió la puerta despacio y el olor de su alfa fue como una cachetada en su mejilla, fuerte, espeso y casi palpable, lo podía saborear en su paladar, sus ojos dilatados eran prueba de ellos.
Entro y cerró la puerta con seguro, sus piernas temblaron ante el impotente hombre frente a el, ya no era aquel alfa frágil que vio llegar, sino un alfa molesto y con porte autoritario y demandante, sus ojos rojos y brillantes a causa del llanto y de las feromonas esparcidas en su habitación, el cabello negro despeinado y mojado, su cuerpo ergido siendo cubierto con una toalla, abrazando esa marcada cadera que cargaba Sasuke, las gotitas de agua hacían caminos por su cuerpo marcado y niveo, su respiración era irregular y el sonrojo en su mejillas no las podía ocultar.
Naruto se acercó lo suficiente para hacerle frente a su alfa, esa pequeña manía que le gustaba a Naruto de retarlo, cuando sabía perfectamente que el alfa podría doblegarlo con el timbre de su voz y hacer que suplicará que le follara, Sasuke intento agarrar a Naruto por su caderas y hacer que sus pelvis se frotaran, más Naruto se alejó y se dirigió a la cama.
