Hasta el infierno por ti (Chaelisa)

CAP 8

Rosé saco su mano de las bragas de la pelinegra y comenzó a retirarle la ropa interior, dejándola a su merced .La tomo en brazos y la recostó en la cama y se colocó sobre ella sin dejar caer todo su cuerpo en ella.

-Eres hermosa,Lis,bellísima-susurraba mirándola a los ojos mientras su manos vagaban por su cuerpo.

Lisa se sonrojo.

La pelinegra nunca se había acostumbrado a los halagos de la rubia, y tal vez no lo hiciera nunca.

- Te amo tanto Rosé- acaricio tiernamente sus mejillas.

- Te amo más-sonrió.

Beso tiernamente su mejilla , después su cuello, succionó suavemente su punto de pulso, haciéndola jadear. Siguió repartiendo besos hasta llegar al valle de sus pechos, tomo un pezón en su boca y sin lastimarla mordió y succionó hasta ponerlo erecto mientras el otro era estimulado con su mano.

~Ros~- gimió Lisa.

¿Quieres que pare?- la miro.

- No se te ocurra - La miro seriamente.

-¿Entonces que quieres que haga?- Enarco su ceja.

-Sabes lo que quiero- Su respiración era pesada .

- Vas a tener que esperar, cariño.- dijo antes de seguir haciendo lo que estaba haciendo.

Después de dejar ambos pezones erectos, siguió repartiendo b sos por cada rincón del desnudo cuerpo de la pelinegra, hasta que llegó a su sexo, en donde su aliento caliente, chocaba con el haciéndola estremecer a la pelinegra.

- Joder , Rosé solo hazlo.- pidió.

¿Hacer qué?-enarco su ceja.

Lisa maldijo por lo bajo.

-¿Ésto?- paso su lengua por sus pliegues.

- Mierda- murmuro.

-¿ O ésto?- tomo entre sus dientes el clítoris de la pelinegra sin llegar a lastimarla.

-¡Joder!- gimió.

-Me encanta escucharte jurar , es demasiado sexy.- dijo la Rubia.

Las manos de la pelinegra apuñaron las sábanas cuando sintió las manos de Rosé en sus caderas y su boca apoderarse de su sexo, haciéndola arquear la espalda ante las sensaciones.

Rosé sintió como los músculos de Lisa se tensaban, y no tardó mucho para que su orgasmo la golpeara y se corriera en su boca mientras gritaba su nombre.

-¡Rosé!

La rubia se alejó un poco de ella para acercarse a su boca y besarla, haciéndola probar su propia esencia.

- Joder- murmuro.- Sigues siendo tan buena como lo recuerdo - la miro con una pequeña sonrisa.

- Y tú sigues sabiendo tan bien como lo recuerdo - también sonrió.- ¿ Estás bien?.

Increíble -su respiración aún estaba acelerada.

Rosé se acostó a su lado , y sin dudar Lisa se puso sobre ella.

-¿Aún me aguantas el ritmo?-enarco su ceja.

-Me duele que dudes-pudo su mano sobre su pecho dramáticamente.

- No dudo, pero no te he tenido en cuanto años, necesito recuperar el tiempo- sonrió lascivamente.

- Entonces continuemos.

- Has dicho la palabra mágica - susurro cerca de su labios antes de besarla.

Las manos de Rosé se colocaron en la cintura de la pelinegra y soltó un pequeño gemido cuando una de las manos de la pelinegra comenzó a acariciar su miembro.