(💋) Esquimal.

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T/n abrazó con fuerza a su omega cuando llegó a sus brazos

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T/n abrazó con fuerza a su omega cuando llegó a sus brazos.

Tamaki fue a una misión de casi dos semanas al otro lado de Japón, los días se le hicieron largos y dolorosos, es muy sensible cuando se trata de separarse de su alfa.

Necesita sus mimos y besos constantemente.

T/n sabe que la espera valió la pena cuando su omega saltó a sus brazos, sin importarle que la mitad del aeropuerto los esté viendo y que probablemente van a salir en la portada de esa revista de chismes que está de moda.

Su relación no es un secreto, pero si son bastante privados cuando se trata de demostrar afecto, T/n sabe que es atención innecesaria que pondrá nervioso a su omega.

–Alfa~ T-Te extrañé– Tamaki lloriqueó contra el hombro del mayor y T/n acarició el cabello azulado.

–También te extrañé mucho, mi hermoso bebé– T/n tomó la maleta y el abrigo que cuelga de ella para salir del aeropuerto.

Sin tambalearse por el peso de su amor en sus brazos lo marcó con su fuerte aroma.

Tamaki moqueó, ansioso por el aroma que tanto extrañó en esos dolorosos días. Arrastra su pequeña nariz por todo el cuello de su alfa y T/n presiona la nuca de su amor para aliviar el dolor en sus glándulas.

T/n toma el elevador para ir al estacionamiento y acaricia la espalda baja de su omega al no haber nadie.

–T-T/n– Amajiki lame suavemente la mejilla del mayor y T/n suspira tembloroso.

–Cuando lleguemos a casa te daré todo lo que quieras~ voy a mimarte mucho– T/n se dirigió a su auto con su omega en brazos y lo dejó en el asiento con cuidado.

T/n comenzó a alejarse y Tamaki se aferró a su cuello con fuerza –¡Alfa!–.

El mayor se apresuró a volver y acunar la carita de su amor –No voy a ir a ningún lado, omega–.

Tamaki gimió angustiado y conectó sus ojitos brillantes con los de T/n, el alfa cerró los ojos cuando sintió la naricita de su omega contra la suya.

El de cabellos azulados movió de arriba a abajo su cabeza y T/n se dejó hacer, enamorado de ese dulce besito esquimal.

–¿Me darás muchos besos cuando lleguemos a casa?– T/n sonrió con amor y asintió.

–Por supuesto que si, mon soleil–.

–Por supuesto que si, mon soleil–

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¡Sorpresa! (???)

Tamaki es un mimoso y nadie me puede decir lo contrario.

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