✿♡ LECTOR ACTIVO ♡✿
Cuando T/n comenzó a salir con su bonito omega no pensó que ese chico vergonzoso iba a estar obsesionado con los besos.
Pero está bien, porque lo único que desea es tener a Tamaki entre sus brazos y besarlo.
•Categoria/s: Fluff...
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Tamaki acomodó su camisa vino tinto con volados debajo del pantalón de vestir blanco y se aseguró de que no hayan arrugas.
El sonido de la ducha y el suave tarareo de su alfa lo distraen mientras se mira en el espejo, sorprendentemente le gusta como se ve.
El conjunto parece estilizar su cuerpo y sus piernas se ven más largas, tiene muchas ganas de ver cómo le queda a T/n.
Compraron ropa a juego especialmente para la ocasion, camisas de seda un poco translúcidas que se pegan a la piel, volados que adornan el cuello en v de manera elegante y el pantalón tiro alto que contrasta con la camisa y los zapatos del mismo color, un pequeño broche de oro que lo adorna a un lado hace juego con el collar de oro que comparte con su esposo.
–Cielos~ Estás hermoso– Su alfa aparece solo con la toalla envuelta en su cintura y Tamaki tiene que obligarse a fijar la vista en los ojos c/c.
Ojos c/c que lo miran de arriba a abajo con una mezcla de adoración y lujuria –Alfa– T/n parece terminar con su recorrido y se acerca a su omega, mantiene una distancia prudente para no mojar a su amor.
–¿Que pasa, amor mio?– T/n murmura mientras ve a su novio a través del espejo.
–Ponte el tuyo, q-quiero ver cómo te queda– Tamaki observa a su novio cambiarse con rapidez, su vientre se aprieta cuando el agua recorre todo el cuerpo del mayor hasta llegar a su pelvis.
T/n sonríe pero no menciona nada acerca de la descarada mirada en su cuerpo, se tarda un poco más de lo necesario tomando las prendas y el aroma de su omega se endulza, ante esto el mayor se apresura a vestirse y se para frente al espejo –¿Como se me ve?–.
Tamaki asiente con sus mejillas y orejas sonrojadas –M-Muy bien, alfa–.
–Muchas gracias, mon soleil– T/n es casi dos cabezas más alto que Tamaki, más robusto y su espalda más ancha también, pero el omega no miente, por más que sean dos tipos de cuerpos diferentes al mayor le luce igual de elegante y hermoso que al omega, solo que de una manera distinta.
Tamaki muestra la cadenita de oro y T/n asiente, dejando que su omega cruce sus brazos por su cuello y abroche el accesorio, el omega juega con el pequeño dije de una lavanda y se acerca a besar el cuello del mayor –A-Alfa, quiero...–.
T/n sonríe y atrapa la cintura de su omega, ladea la cabeza para exponer su cuello y deja a la vista la pequeña marca de mordedura del lazo.
Tamaki gime suavemente y besa la cicatriz, pronto su aroma se esparce y queda satisfecho cuando marca con su olor a su alfa.
Una pequeña muestra de dominación que T/n recibe con gusto.
Tamaki chupa y deja una pequeña marca rojiza en el cuello del mayor, T/n suspira tembloroso sintiendo los labios de su amor en su sensible piel –Cariño~ Espera–.
Tamaki se aferra aún más y sigue dejando húmedos besos sobre la marca –¿Que pasa, alfa?– T/n le hace señas y Amajiki mira hacia abajo, relamiéndose los labios –Estás duro–.
Tamaki intenta tomar el miembro duro a través del pantalón y T/n atrapa su muñeca –Déjalo, tardaremos mucho y ya casi es hora–.
El de cabellos azulados gimotea –Solo un poco–.
T/n se acerca a besar el cuello de su omega –No, vámonos ahora, mon soleil, cuando volvamos seguimos–.
El omega gruñe suavemente pero asiente –Está bien, alfa–.
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Me parece que los besos en el cuello no tienen mucho protagonismo en esta historia, pero sirve(?
