𝐒𝐀𝐕𝐈𝐎𝐔𝐑; ethan landry

Capítulo Siete

Todos siguieron a Gale Weathers. Juliet no sabía cómo había llegado allí, con Ethan siguiéndola a su lado y los demás caminando delante de ellos, siendo el policía la única persona que caminaba detrás de ellos. Lo odiaba... odiaba la sensación de ser observada, perseguida. Todo lo que necesitaban era que una persona se marchara, entonces estaría muerta y nunca más se la volvería a ver.

El callejón por el que caminaban estaba lleno de botellas de cerveza rotas y pintado con graffiti. La única razón por la que se dijo a sí misma que debía aguantar y seguir caminando fue el chico a su lado y la gente delante de ella. Todos estaban en el mismo barco, siendo objetivos de un psicópata apático. Entonces, realmente, ella no estaba sola.

Jason y Greg eran unos niños ricos de Atlanta, usaron nombres falsos para alquilar este edificio", anunció Gale mientras el grupo se movía entre contenedores de basura demasiado grandes y montones de escombros de concreto.

"¿Cómo lo has descubierto?" Kirby preguntó con una ceja levantada, acercándose a la mujer mayor. Gale se dio vuelta con una sonrisa.

"Si se llama periodismo de investigación es por algo.", se burló.

"¿Sabes por qué lo hicieron?" Ethan preguntó desde la parte trasera del grupo. Juliet se volvió hacia él en cuestión, con los ojos fijos en su rostro. Sólo con una pequeña mirada se perdió la dura mirada que el detective detrás de ellos les estaba dando a los dos. "La mayoría de los asesinos tenían un motivo, pero... eran sólo un par de estudiantes de cine".

"Exactamente", dijo Gale con un chasquido de sus dedos. Juliet sonrió una vez reconociendo su continua confusión, presionando su hombro ligeramente contra el de él.

"Piénsalo, Dree", sonrió, lo que hizo que él la mirara con los ojos muy abiertos. "Estudiantes de cine... ¿película?" Él simplemente continuó mirándola, con las cejas juntas. "Obviamente querían terminar la película".

"¿Qué película?" Preguntó, incluso más confundido que hace unos segundos. La chica suspiró.

"Ya sabes... la película de Richie Kirsch, el chico de Woodsboro... no importa", dijo sacudiendo la cabeza, decidiendo ignorar su confusión por el resto del día. "Te lo diré después."

Mientras tanto, Gale finalmente había encontrado la puerta. La abrió con inquietud y se adentró más en la oscuridad del espacio en busca de una luz. Los demás la siguieron de cerca y quedaron envueltos en las sombras en casi un instante.

"Esto es extraño", se estremeció Juliet, cerrando los ojos con fuerza mientras intentaba alejar su malestar. Ethan, a su lado, miró a su alrededor con los ojos muy abiertos antes de seguir el sonido de su voz, extendiendo la mano en su dirección en busca de su palma vacía. Encontró sus dedos y los apretó una vez. Así fue como supo quién era.

"¿Qué es todo esto? ¿Por qué hay tanta seguridad?" Sam preguntó más adelante de los dos, tratando de captar cualquier forma en la oscuridad del almacén. Finalmente, después de unos momentos más de silencio, Gale encontró las luces y, de repente, Juliet quiso correr.

A su alrededor había visiones de la noche anterior, máscaras y disfraces de los asesinos anteriores mirando fijamente su alma. Estaba corriendo a toda velocidad por las calles de Nueva York, con el cuchillo apuntando a su corazón. Un paso más y se habría ido, para siempre, pero luego estaba de regreso, en el teatro, con su mano en la de Ethan, y Quinn y Anika se habían ido.

Ella se acercó al chico, presionando su hombro contra el de él. Él la miró, observando sus ojos parpadeantes y sus labios caídos con preocupación, antes de respirar profundamente e ignorar sus pensamientos. Él solo era Ethan, el mismo chico tímido y tonto que la gente ignoraba en los pasillos de la universidad, pero este Ethan, el Ethan que huía de un asesino psicópata que cazaba a sus propios amigos, no tenía miedo. Además, pensó que ella necesitaba algo, una distracción... y así era.

Desvió la mirada hacia una de las estatuas frente al grupo mientras su brazo rodeaba sus hombros, acercándola a él en su necesidad de consuelo. Ella miró hacia arriba con confusión, sus ojos suavizados mirando fijamente su mejilla, pero él solo miró hacia abajo con una sonrisa consoladora. Entonces, ella le devolvió la sonrisa y se acomodó en la grieta que su brazo había creado, con la cabeza apoyada en su hombro.

"Es un santuario", murmuró Gale Weathers mientras presionaba un botón, permitiendo que las cortinas negras que rodeaban el escenario del teatro se separaran. Ethan contuvo un gemido cuando se revelaron aún más figuras envueltas en capas, sintiendo a la chica bajo su brazo tensarse una vez más cuando su cabeza se alejó de la suya.

"Joder, es la maldita franquicia entera", dijo Mindy mientras caminaba por los pasillos que parecían museos, echando un vistazo a cada pieza de recuerdo.

"Cuánto habéis sufrido todos", dijo el detective Bailey mientras pasaba junto a los dos que estaban parados en la puerta, uno de ellos demasiado asustado para seguir adelante. Sin embargo, ella lo aguantó una vez más y dio un paso adelante, el brazo de Ethan cayó justo de su hombro. Rápidamente, ella extendió la mano y agarró su mano para arrastrarlo hacia adelante con ella, el niño la seguía con una sonrisa desesperada.

"¿De dónde han sacado todo esto? ¿No son pruebas?" Preguntó Tara mientras escaneaba los pasillos junto a su hermana, Ethan y Juliet, unos metros detrás de ella.

"Bueno, a los polis les gusta el dinero, y las pruebas se pierden muy fácilmente", Gale se encogió de hombros antes de darse la vuelta para mirar a Bailey y Kirby. "Exceptuando a los presentes, claro".

"Yo no los excluiría", susurró Juliet poniendo los ojos en blanco, Ethan apenas lo captó al levantar las cejas.

"No confías en ellos, ¿eh?" Preguntó mientras la empujaba ligeramente con el hombro, haciendo que ella lo mirara encogiéndose levemente de hombros.

"No, en realidad, ¿en quién confías?" Preguntó la rubia, sus ojos moviéndose de la pantalla de Stu Macher a su rostro. Ella dejó caer su mano mientras se cruzaba de brazos con cautela, sus pies rodaban desde las puntas hasta los talones mientras esperaba pacientemente su respuesta.

"En ti", sonrió.

"Sí, pero ¿quién más?" Ella bromeó con un atisbo de risa. Intentó ignorar la sensación de calor subiendo a sus mejillas, pero en secreto, el chico no podía apartar la vista de ello. Le dio sólo una pizca de esperanza.

"Chad, porque vive conmigo. Um... No sé, tal vez Tara y Sam, y Mindy, supongo", se reunió después de tartamudear, con los ojos fijos en el fondo antes de volver a Julieta.

"¿Ni siquiera Gale?" Preguntó con los ojos muy abiertos y una sonrisa divertida jugando con sus labios. Soltó una carcajada y sus labios se elevaron hacia el techo.

"¿Qué pasa si ella está como, no sé, loca? Podría estar totalmente loca, puedo verlo", asintió con el ceño fruncido, más tratando de convencerse a sí mismo. Ella puso los ojos en blanco falsamente y se rió antes de tomar su mano una vez más, arrastrándolo hacia los demás.

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