Déjà Vu (ViCo GH)

Fiesta I

POV CONY

Con todos los sucesos de la última semana no me di cuenta que ya era viernes, día de fiesta. Al principio del reality me sentía motivada cuando llegaba el fin de semana, pero últimamente ya no sabía bien que sentir al respecto, varios conflictos se originaron en ese contexto y lo que menos quería estos días era verme enfrascada en una nueva discusión, pues recién estaba logrando estabilizarme emocionalmente. Mi relación con la casa está mucho más tranquila que hace una semana y espero que se mantenga así, lo que me preocupa es la provocación que creo que puedo tener de algunas personas como Sebastián o Rai. No es secreto que soy una persona impulsiva y que no puedo callar cuando algo me parece injusto o sacan temas que saben que son sensibles para mí.

Salgo de mi ensimismamiento y observo a Vivi, está pensativa y algo me parece curioso en su expresión. Nuestras interacciones siempre se han sentido muy orgánicas y genuinas, pero creo que ambas estamos un poco expectantes de la relación, sin querer forzar nada y dejar que las cosas sigan su cauce. Por lo mismo me acerco, porque me nace y siento curiosidad por saber que pasa por su cabeza. No se da cuenta de mi cercanía hasta que le hablo y parece un poco avergonzada por algo. Sonrío ¿la pillé pensando en mí? No es por ser egocéntrica, pero mi intuición me dice que sí, y lo medio confirmo cuando me cambia el tema de conversación y me habla de la fiesta.

La Vivi. Es tan hermética con sus emociones y mundo interno. A veces me dan ganas de introducirme en su sistema de pensamientos para tener certezas de lo que pasa por su cabeza, abrazarla y decirle que todo está bien, que es una hermosa persona. De lo que pude conocer de ella la primera temporada, la encontré una mujer muy centrada, con objetivos claros desde muy pequeña, con una garra increíble y mucha actitud para enfrentar un mundo que siempre intentó ponerle límites. Trato de empatizar con su realidad de ser una mujer intentando levantar una carrera, un camino en una disciplina que siempre ha sido masculina y no puedo sentir más que admiración. Creo que es de las pocas personas acá adentro que de manera sincera no está interesada en la aprobación de un hombre y eso me atrae profundamente. Por otra parte, aunque lo trate de ocultar, tiene gestos muy evidentes, como el de recién, su nerviosismo me dio ternura. En fin, pese a mi primera sensación, la fiesta de hoy promete. Esta pequeña interacción levantó mi ánimo y disposición ante el día.

El momento más esperado de la noche siempre es cuando nos pasan el vestuario porque nos da luces de la temática de la fiesta y lo que se venía. Al abrir la puerta del SUM, me encontré con la bolsa con mi nombre. Dentro había un vestido negro de tela brillante, simple pero elegante, con un diseño que dejaba ver partes estratégicas de mi cuerpo, sin llegar a mostrar más de la cuenta. Me preparé con un maquillaje sencillo y dejé mi pelo amarrado en una cola baja. Mientras me terminaba de dar los últimos retoques frente al espejo, me encontré con la mirada de Vivi. Noté como me recorrió de pies a cabeza hasta que conectó con mis ojos a través del reflejo, le sonreí. "¿Te gusta lo que ves?" le dije con picardía. Mi pregunta la descolocó, sin embargo, terminó cediendo a mi sonrisa con una pequeña carcajada. "Te ves muy guapa, me encanta tu outfit", me respondió. "Tu también te ves preciosa, muy tu estilo", le devolví el halago. Ella vestía un pantalón negro y una polera que le dejaba un hombro completamente al descubierto. Llevaba el pelo suelto y un maquillaje muy natural. "Gracias" me dijo, mientras me tomaba de la cintura. Me abrazó por la espalda y dejó un beso en la mejilla. Esos gestos de Vivi, me fascinan. Es una persona que te hace sentir querida con tan poco ¿cómo no quererla?

La tan esperada voz de Gran Hermano por fin nos dio el pase para ingresar al SUM. Algunas personas al entrar se van directo a la comida, otras apreciamos la decoración o vamos por el trago que nos corresponde. De un momento a otro y de manera inesperada ingresa Américo a la fiesta. No sé en qué momento pasó, pero obviamente nos emocionamos. No soy una gran fanática, pero se agradece profundamente observar un rostro menos familiar después de tantos días viendo los mismos. Todo iba relativamente bien, el ambiente estaba motivado hasta que empieza a sonar "traicionera" y Américo invita a subir al escenario a las "traicioneras". Noto como Seba me toma del brazo para que me suba y su gesto me molesta, me suelto de su agarre. Busco entre las personas si alguien notó lo que pasó y veo que Vivi me está mirando, se acerca a mi y me refugio en ella. Sus ojos me transmiten tranquilidad y sé que no me dejará sola, ella siempre ha sido muy protectora. El resto de la noche evito el contacto con Sebastián, me dedico a disfrutar, bailar sola o con algunas personas de la casa y cantar a todo pulmón, tratando de que el episodio no arruine mi ánimo y ganas de disfrutar la fiesta.