El rojo es el símbolo del dragón del Imperio Kou, una hija del reino Reishin debe convertirse en la mujer del príncipe heredero y dar a luz a los príncipes del imperio.
Anteriormente seria desposaba por el ya fallecido príncipe Hakuyuu Ren.
El he...
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"Te amo amor, aun en contra de mi voluntad, te amo con amor que se camufla en amistad."
-Psicologia y Mente- . . . . . .
Los años pasaron para Kouen y Seiran, su matrimonio fue bueno, porque ambos se apoyaban el uno al otro, establecieron su poder en nuevos territorios , Seiren quien fue catalogada como herramienta por su difunto padre se convirtió en una princesa heredera digna, además de conseguir su propio recipiente de metal con ayuda del magi Judal, el emperador le otorgo el titulo de general.
Pero muy pronto muchos rumores se desataron debido a que después de tantos años de matrimonió la pareja no ha dado un futuro heredero, muchos dicen que la princesa heredera es infértil por lo cual no ha quedado embarazada.
Pero la verdad es que Kouen no la ha tocado desde su noche de boda, y en las noches de unión solo charlaban y comían, otras veces bailaba para el para evitar malentendidos, por la falta de herederos el emperador anuncio que agregaría nuevas mujeres para el harem de su hijo.
Seiren no cuestiono las ordenes del emperador, y acepto, pues no seria gusto no permitirle a su marido tomar a una mujer y pasar la noche, si nace un niño no lo haría de menos, apoyaría a la concubina y a su hijo, Kouen prometió que la dejaría irse, le entregaría su lugar a la nueva esposa.
Sin embargo su marido las ha rechazado en muchas ocasiones, la pareja dormía separada, por lo cual muchas aprovechaban para meterse en la cama del príncipe y seducirlo, cada esfuerzo era en vano, cada una de ellas fue echada de la habitación por tu atrevimiento, Seiren fue testigo de esto, cuando visito su estudio encontró a una de las concubinas sobre él, ella solo se disculpo por interrumpir, cerro la puerta dejándolos solos, se marcho a su habitación, y al poco rato el vino a ella aclarando la situación, que lo que había visto era solo un malentendido, Seiren dijo que no estaba molesta, entendía sus obligaciones como príncipe, desde que se caso con él sabia que un niño era importante para él imperio, como príncipe debía asegurar futuros herederos.
Él no parecía estar contento con su respuesta, su mirada endureció por las calmadas palabras de su esposa, a ella no le importaba quien pasara la noche con su marido, estaba tan calmada en esta situación, en su corazón aun guardaba su amor por él fallecido Hakuyuu, Kouen se había encariñado con esta mujer, disfrutaba de su compañía y atención, era inteligente, hermosa y fuerte, era encantadora a sus ojos, con él tiempo entendió que la quería para él, creció su deseo por ella, y tambien la culpa por desear a la princesa que amo Hakuyuu, cerro la puerta detrás del él.
Se aproximo a la cama de la princesa, se recostó, por hoy quería descansar de esas mujeres, si duerme en la habitación de su esposa no se atreverían a molestarlo.
"¿Vas ha dormir aquí?" Pregunto seiran.
"Si me quedo aquí me dejaran tranquilo"
"Ya veo"
Seiren se recostó a su lado, confiaba en el lo suficiente para dormir en la misma cama, durante varios meses siguió visitando el dormitorio de su esposa, incluso después de volver de sus misiones y viajes, bebían del té y comían juntos, en la familia imperial era extraño que una pareja durmiera en la misma habitación, por lo regular dormían separados, solo pasaban algunas noches de unión para asegurar un hijo, los rumores en palacio decían que la pareja estaba haciendo un esfuerzo por concebir un hijo, además que el príncipe solo deseaba a su mujer, pues cuando salía de los aposentos se le notaba de mejor humor, otros aun tenían el pensamiento de que Kouen siempre codicio a la princesa Seiren, y para tenerla ayudo en el asesinato del anterior emperador y sus príncipes para ocupar un lugar que no le correspondía.
