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J
oy Brown [K.A.R.M.A]
El sol apenas comenzaba a asomarse por el horizonte cuando Demi y yo nos dirigimos al aeropuerto. La emoción y los nervios se entremezclaban en mi estómago mientras pensaba en el viaje a Australia. Demi iba a presentarme oficialmente a su familia.
—¿Estás lista? —me preguntó Demi, entrelazando sus dedos con los míos mientras caminábamos hacia el mostrador de facturación.
—Lo estoy, aunque un poco nerviosa —respondí, esbozando una sonrisa.
Demi sonrió de vuelta, su calidez siempre lograba tranquilizarme. Ella era originaria de Adelaida, una ciudad vibrante y llena de vida, justo como ella. Había oído tantas historias sobre su familia que sentía como si ya los conociera, pero al mismo tiempo, la realidad de conocerlos en persona me abrumaba un poco.Pasamos el control de seguridad y nos dirigimos a la sala de embarque. Mientras esperábamos, Demi me contó más sobre sus padres, intentando aliviar mis temores.
—Mi mamá te va a adorar —dijo, acariciando mi mano—. Siempre ha querido conocer a alguien que me haga tan feliz como tú.
Sonreí, agradecida por su apoyo. El tiempo pasó rápidamente y pronto estábamos abordando el avión. Encontramos nuestros asientos y nos acomodamos para el largo vuelo.Una vez en el aire, traté de distraerme viendo una película, pero mis pensamientos seguían regresando al mismo punto. ¿Qué pasaría si no les caía bien? ¿Y si no les gustaba nuestra relación? Demi, como siempre, parecía leer mis pensamientos.
—Relájate, Joy —susurró, acercándose a mí—. Todo saldrá bien. Lo más importante es que nos tenemos la una a la otra.
Me dejé llevar por sus palabras y el ritmo constante del avión. Eventualmente, me quedé dormida con la cabeza apoyada en su hombro.Desperté unas horas más tarde con el sonido del piloto anunciando nuestra llegada inminente a Adelaida. Miré por la ventana, maravillada por la vista de la ciudad y sus alrededores.
—¡Hemos llegado! —exclamó Demi, con una sonrisa radiante.
El aterrizaje fue suave y pronto nos encontramos caminando por el aeropuerto de Adelaida. La mujer australiana y la estadounidense bajaron del avión, caminando tranquilamente por el aeropuerto. Nadie (públicamente) sabía del viaje, solo los familiares y amigos cercanos, así que, era fácil pasar desapercibidas entre las multitudes. Solo caminaron hasta la hermana de la rubia, la cual tenía un pequeño cartel con nuestros nombres. Era una mezcla de bienvenida y emoción.
—Ellos son mis padres —dijo Demi, apretando mi mano un poco más fuerte.Nos acercamos y fui recibida con abrazos calurosos. La mamá de Demi, una mujer con una sonrisa contagiosa y ojos cálidos, me abrazó como si ya nos conociéramos de toda la vida.
—Bienvenida a la familia, Joy —dijo, con una sonrisa genuina.
El padre de Demi, un hombre de mirada serena y voz suave, me dio la bienvenida con un firme apretón de manos.
—Es un placer finalmente conocerte —dijo—. Demi nos ha hablado mucho de ti.
De repente, la hermana de Demi se acercó con una gran sonrisa. Calista, una joven vibrante con la misma chispa en los ojos que su hermana, nos recibió con entusiasmo.
—¡Hola! Soy Calista —dijo, abrazándonos a ambas—. He oído tanto sobre ti, Joy. Estoy muy emocionada de que estés aquí.
Nos dirigimos a su casa, un acogedor hogar ubicado en un barrio tranquilo de Adelaida. Mientras caminábamos hacia adentro, me sentí envuelta por un ambiente cálido y familiar. Los padres de Demi me hicieron sentir como en casa desde el primer momento.
Pasamos el resto del día conociéndonos mejor. Compartimos historias, risas y una deliciosa cena preparada por la mamá de Demi. Me sorprendió lo natural que se sentía todo, como si siempre hubiera sido parte de su familia.
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Esa noche, mientras Demi y yo nos acurrucábamos en la cama de su habitación de adolescencia, sentí una paz que no había sentido en mucho tiempo. Sus palabras resonaban en mi mente: "No somos solo un equipo, somos una familia". Ahora lo entendía mejor que nunca.
—Mañana te llevaré a conocer Adelaida —dijo Demi, acariciando mi cabello—. Hay tantos lugares que quiero mostrarte.
Sonreí, sintiéndome más segura y emocionada por lo que estaba por venir.
—No puedo esperar —respondí, cerrando los ojos y dejándome llevar por la sensación de estar en casa, al fin y al cabo, el verdadero hogar está donde está el corazón, y mi corazón estaba con Demi.
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—𝕹𝖎𝖌𝖍𝖙𝖒𝖆𝖗𝖊♡ Hola niños, vine a dejar esto, Wattpad ya me dejó, subiré más en estos días, muchos besos✨🫶🏻, Lukitas se vaaaaa..
