Diálogos con la Luna: Poesía Nocturna

Resplandor eterno, el amor perdido

En la vastedad del tiempo y el espacio,

donde los recuerdos danzan en la memoria,

reposa un amor que una vez floreció con gracia,

mas hoy reposa en la penumbra de la historia.

Oh, amor perdido, en el vaivén del destino,

te desvaneciste como una bruma matutina,

dejando un eco en mi alma, un suspiro repentino,

un eco de lo que fue, una historia divina.

Eras un jardín de promesas y esperanzas,

un cuadro de colores en el lienzo del alma,

pero el tiempo, implacable, te llevó entre danzas,

dejándome con la nostalgia, una eterna calma.

Recuerdo tus risas, tus palabras en el viento,

cada caricia que encendía el fuego de amor,

pero hoy, en esta ausencia, siento un lamento,

un vacío que pervive, una sombra en mi interior.

¿Dónde están tus besos que eran mi consuelo?

¿Dónde tus abrazos, ahora ausentes en el frío?

Oh, amor perdido, te llevaste mi anhelo,

dejándome con la memoria y este vacío.

Mas no todo es tristeza en este adiós eterno,

pues guardo en mi ser el amor que fue vivido,

un legado de momentos, un tesoro interno,

que a pesar de la distancia, nunca será perdido.

Así, en esta oda, rindo tributo a tu esencia,

al amor que una vez llenó mi ser con fervor,

pues aunque te hayas ido, dejaste tu presencia,

y en mi corazón, perdurarás por siempre, amor.

Porque en el rincón más íntimo de mi ser,

aún brilla la luz que tu amor encendió,

y aunque te fuiste, aquí te he de tener,

pues el amor perdido, nunca se desvaneció.

Genero: Oda