La imprimación- Segunda parte. Jacob.

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Bajamos a la cocina sumergidos ambos en nuestros pensamientos. Todo parecía tan lejano e irreal como si fuese un sueño. Bella y yo juntos caminando de la mano, como si fuéramos una pareja de años.

De alguna extraña manera así era desde hace mucho, noc conocemos de toda la vida, solía venir a verla en las vacaciones de verano y la pasábamos super jugando en la playa o haciendo castillos de lodo en su patio trasero, nos convertimos en cómplices de aventuras sin fin. Como dos luciérnagas juguetonas, iluminaban el camino el uno del otro, corriendo libremente por el bosque. Entre risas y travesuras, yo sentía cada día que pasaba que nuestros corazones se unían en un baile eterno.
El sol les regalaba sus cálidos rayos mientras exploramos juntos los secretos de la naturaleza. Cada árbol, cada arroyo, se convertía en testigo del creciente amor que mi corazón emanaba por Bella.

La vi convertirse en un lienzo en constante transformación. Su cuerpo, como un jardín en flor, se despliega con gracia y delicadeza. Su piel blanca como la leche brillaba cada día más, sus bellas mejillas empezaron a desprender un génie color melocotón cuando solía molestarse o sentirse incómoda. Amaba cuando hacía berrinches y sacaba su labio inferior que se tornaba en un hermoso y dulce corazón rojo, su mirada cada día más profunda y madura, era como el mismo bosque en crecimiento lleno de grandes pinos de madera oscura, desplegando un delicioso color chocolate.
Y cuando su bello cuerpo comenzó a cambiar fue cuando perdí la cabeza por completo; Cada paso que daba, sus curvas se despliegan como notas en una partitura, creando una melodía de gracia y elegancia, a pesar de su pequeño y delicado tamaño. Su figura, esculpida de tal manera que si aveces se quedaba ensimismada, yo juraba que parecía una pintura al óleo, se volvió un poema en movimiento que me dejaba sin aliento. Ella ya dominaba todo mi ser sin saberlo y ahora la tenía aquí a mi lado tomando mi mano como si nada.

-Bella, ¿Te gustaría que te preparara algo?

-No se me haría algo justo que me preparara de comer, con la pizza estoy bien.

-Bella, cielo. No hay ningún problema en preparar te algo de comer... Es más me encantaría y sería un honor para mí, no has comido bien en días y preferiría que comieras algo más que solo pizza.

-Lo, l.., lo... haz hecho de nuevo... Me has leído la mente... Es algo extraño, pero realmente gratificante.

-¿No te molesta?, para mí es algo incómodo, estoy invadiendo tu privacidad y pues no quiero molestar te, ni nada por el estilo cielo.

-No, no digas eso Jake, me agrada saber que alguien por fin pueda entender me y comprender lo que me pasa de una manera más clara de lo que puedo expresar.

-Bueno me alegra saber eso. ¿Entonces?, mmm te gustarían que te preparará algunos panqueques, o una crepas, algún sandwich. Tú elige y yo me dispongo a preparar lo con gusto.

-Mmm pues me gustaría un sándwich y algún jugo si es que Charlie se encargo de hacer las compras.

-Tranquila yo me encargue de que así fuera, Charlie y Billie son muy parecidos en eso sí no fuera por mi y por Sue estaríamos muertos de hambre hahaha.

Me puse manos a la obra y le prepare sus sandwich favorito de jamón y tomate, junto con un jugo de naranja que tanto le gustaba tomar cuando terminábamos de jugar en el patio. Ella se sentó en un lado de la mesa mientras yo lavaba los trastes tranquilamente. Comió alegremente y pude percibir en sus pensamientos algunos recuerdos de cuando vivía con su madre en Fénix, de las pocas veces en las que la consentía con su comida favorita y como al intentar exprimir una naranja en la procesadora de alimentos terminaron haciendo la explotar, dejando las  todas manchadas de color naranja pero sin parar de reír. Era lindo saber que se encontraba bien, tranquila y alegre como me gustaba verla. Mi hermosa y adorada Bella estaba por fin en calma después de tiempo de haber perdido la cordura por ese Cullen.

Twilight my life with JacobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora