~Capitulo 25~

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"Amelia, te tienes que quedar-"

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"Amelia, te tienes que quedar-"

"Pero quiero ayudarte"

Si que era testaruda, el contexto era que H.Y.D.R.A secuestro a Olivia, seguramente para hacerle más experimentos, esos malditos hijos de putas no sabían cuándo parar.

Agarro de los hombros a Amelia, la miro directamente a los ojos y le digo:

"Yo sé que quieres ayudarme, lo sé, lo entiendo pero no puedo arriesgarte"

Amelia iba a decir nuevamente algo:

"Pero necesito que te quedes y que cuando mis padres vengan le digas todo lo que sabes y en dónde me encuentro, vas a ayudarme de esta manera"

Siento la mirada de Peter y de sus amigos en nosotras:

"Está bien... Pero prométeme que estarás bien, porfavor"

La atraigo hacia para darle un abrazo:

"No vayas porfavor-"

"Peter-"

"Porfavor, es peligroso"

Ahora me acerco a Peter:

"Peter, mi amiga me necesita, no la puedo abandonar, tengo que ir a salvarla"

"Pero-"

"Estaré bien, lo prometo"

Le aseguro a Peter para darle un leve abrazo, y yendo hacia la puerta, salgo, me prendo fuego y me elevó hacia el aire.

Porque lo que Amelia me pudo decir, antes de desmayarse y venir a casa, escucho que la base de H.Y.D.R.A en la cual se encontraba Olivia se encontraba en Alemania, Berlín.

Pero no especificaba en que parte aunque era buena investigando, sabía que podía encontrar a Olivia y salvarla.

Tarde mucho en llegar pero llegué, tenía que pasar un poco desapercibida, así que en un bosque cercano, me apague y me puse la capucha.

Después de andar de aquí para allá, encontré una bodega abandonada con un símbolo de calavera y tentáculos, el logo de H.Y.D.R.A por supuesto.

También había cámaras, las cuáles queme para que no me vieran, había como una especie de ascensor que pedía huella dactilar, maldigo por lo bajo aunque luego ví una rejilla.

Asi que la abrí de un golpe, me metí en ella y me fui arrastrando a varios lugares, alguna habitación con muchas cajas, varios laboratorios... Y con personas encerradas en celdas, pero llegué a Olivia.

Estaba atada a una camilla y estaba consciente, tenía una cara de preocupación extrema y tambien la notaba asustada, escucho a unos agentes, aunque se fueron, fue entonces que rompí la rejilla, caí un poco fuerte:

"Sarah, estás aquí"

Exclama aliviada y por lo bajo:

"Si, saldremos de aquí, no te preocupes"

Sarah Stark Donde viven las historias. Descúbrelo ahora