~45~
Pov Astoria
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Astoria se detuvo frente a la puerta de madera con el número 65 por lo que parecieron muchos minutos. Tenía las manos juntas al frente, sosteniendo la pequeña bolsa a juego con su ropa cuidadosamente elegida para la ocasión. Después de todo, no quería parecer mucho para el momento, pero su closet tenía poco que se pudiera asemejar a las ropas muggles. Finalmente se había decidido por un vestido simple estampado con delicadas flores en rosado sobre la tela azul bebe. Era fresco, suave y le concedía un aire de jovialidad. Esperaba que también le ayudará a dar una primera buena impresión.
El pasillo, iluminado por la luz de la tarde y adornado con algunas plantas, estaba desierto, lo que era un alivio, y nada de ruido se escuchaba desde las otras puertas, siquiera la que estaba a su frente. Algo que por algunos segundos logró dejarla nerviosa.
Hermione Granger vivía en un vecindario muggle, tan agradable como pacato, completamente opuesto al lugar de donde ella venía. Las magnitudes grandes y lujosas habían sido lo habitual en su vida, mientras que pequeñas residencias no. Pero había aprendido mucho a lo largo de su vida, y no compartía muchas de las creencias de sus padres, e incluso de su hermana, en algunos aspectos.
Astoria respiro hondo, tratando de tranquilizarse y acordandose que le debía eso a Draco, que muchas veces la había defendido en el colegio, cuando otras y otros más fuertes que ella había tratado de intimidarla. Él había sido su amigo cuando no tenía porque. Quizá movido por un posible acuerdo de matrimonio, que ninguno de los dos sabía si iba a suceder realmente, pero que le daba a él motivo suficiente para defenderla frente a otros. Astoria siempre había valorado eso, y había anhelado, en aquel tiempo, un casamiento con el famoso Malfoy, sabiendo que no sería un mal partido.Con el tiempo, y la guerra y tantas otras cosas, esa idea había quedado tan olvidada como descartada. Incluso hoy, no veía el rubio más que como un amigo.
Armándose de valor, extendió la mano y golpeó la madera con sus nudillos. Por unos segundos deseo que nadie le atendiera, pero sabía que no era eso lo que quería. Estaba curiosa por conocer a esa Hermione Granger, la que Draco se había enamorado.
La bruja esperó unos minutos hasta que la puerta se abrió con un tirón brusco, y ante ella estaba, de repente, Hermione Granger, que la miró sin comprender por unos segundos y luego abrió la boca para decir algo, pero enmudeció de golpe, como si ella no fuera a quien había estado esperando ver.
— Lo siento, — Astoria se disculpó, ofreciendo su sonrisa más dulce —¿Esperabas a alguien más?
Estaba considerando agarrarse de esa posibilidad para marcharse. De repente, la bruja parada ante ella le dio miedo. Estaba con el pelo ajustado en un moño mal hecho, llevaba la ropa arrugada y estaba con la cara algo hinchada.
— No — dijo de pronto, sin avanzar mucho en eso. Astoria asintió. — ¿Nos conocemos? — ella preguntó, cuando Astoria realmente pensó que no iba a decir nada más.
— En realidad, no — confesó la aludida, deseando tener esa conversación dentro, pero sabía que no la iban a dejar entrar de primera — Soy Astoria Greenglass, estaba un año por debajo de ti en el colegio, dudo que me recuerdes... — Astoria divago, y por la mirada de la bruja ante ella estaba claro que lo estaba haciendo, sin ofrecer nada contundente que la otra deseara saber — amiga de Draco... — Eso definitivamente pareció llamar la atención de la bruja, que alzó la cejas y abrió los ojos. — Él me pidió que viniera — la bruja confesó, dubitativa.
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Prisionero #6390 {Dramione} TERMINADA
FanfictionHermione Granger regresa a Hogwarts cinco años después, ahora como profesora, está preparada para enfrentar todos los desafíos, pero no espera encontrarse con uno en particular; Draco Malfoy regresa a Hogwarts como alumno, para terminar su último añ...