Prisionero #6390 {Dramione} TERMINADA

13. Fuego

~13~

Fuego

—Draco, por...favor, favor, por favor — Hermione suplico a nadie en particular, pero solo deseaba que él abriera los ojos.

Cargó su peso hasta la tierra firme cubierta de nieve y lo dejó caer. Se arrodilló a su lado y le cubrió con las ropas que se había quitado. Masajeó su pecho con la intención de darle calor. Se estaba congelando o ya se había congelado y cualquier una de las dos opciones era horrible.

— Mí varita, mí varita... — repitió nerviosamente mirando a su alrededor hasta que la visualizo — necesito mí varita.

Hermione se tambaleó por el lugar, se debatió entre volver a caminar por el hilo hasta alcanzar su varita o intentar usar magia sin varita. Nunca había sido buena en ese tipo de hechizos, pero lo intento, y le costó cuatro intentos para que su varita se moviera hasta su mano. Una vez la tuvo, prácticamente cayó al lado de Draco. Usó su varita para realizar un hechizo que pudiera calentarlo, al menos hasta que pudiera llevarlo dentro.

El rubio abrió apenas los ojos pero los volvió a cerrar con pesadez. Quizá estaba peor de lo que podía ver, y no debía perder tiempo.

Se acercó lo suficiente como para poder sostenerlo firme entre sus brazos, y entonces los apareció.

Cuando Hermione los apareció en su habitación Draco estaba más consciente, pero se dejaba cargar por ella, y eso de por si no era buena señal.

La bruja lo sostenía por la cadera con un brazo, mientras que con su mano libre sostenía el otro brazo del rubio por detrás de su cabeza. Sería una escena cómica, si no fuera porque Draco abría y cerraba los ojos a cada momento, como si mantenerse despierto le costará mucho trabajo.

— Deberíamos ir al baño, tienes que darte un baño de agua caliente. — comentó Hermione mientras trataba de caminar a esa pieza. — aunque estoy segura de que debería llevarte a la enfermería...

—N-no... — retrucó él muy débilmente.

— Ya lo sé. — estuvo de acuerdo ella de mala gana.

Siguieron dando torpes pasos hasta que la bruja consiguió abrir la puerta del baño y lo metió dentro. Lo dejó sentado en el wáter, pues estaba bastante segura de que no se mantendría en pie por sí solo.

Hermione, casi sin pensarlo, no estaba segura de poder procesarlo en el momento, comenzó a quitarle la ropa, pero entonces Draco se opuso. Negó con la cabeza y la alejó extendiendo las manos, aunque con débil fuerza.

Hermione asintió. Sabía que dejar que ella le quita la ropa sería mucho para él.

— Solo quería ayudar. Iré a buscar toallas mientras te quitas la ropa, después tienes que entrar a la ducha. — aconsejó mientras salía del pequeño lugar.

Una vez fuera, sus piernas parecieron olvidar cómo funcionar. Era obvio que Draco no se iba a dejar ayudar sin más, pero ella solo quería ser práctica. Ya le había quitado muchas veces la ropa a Ron y a Harry. Pero claro, ese muchacho rubio que estaba en su baño no era su amigo.

Alejando los pensamientos de su mente se encaminó al armario en el que guardaba toallas limpias y algo de ropa. Volvió con pasos acelerados hasta la puerta, pero se detuvo antes de entrar, con la mano a centímetros de abrirla. Debería darle tiempo, dos segundos seguro no era tiempo suficiente para que se quitará la ropa.

Hermione hizo una mueca y comenzó a deambular por la sala. Soltó las toallas, y las volvió a agarrar unas tres veces. Cuando por fin no pudo más, miró el reloj para describir que habían pasado tres minutos. Tiempo suficiente, estaba segura. Con cuidado abrió la puerta, no pretendía asustarlo o invadir su privacidad, pero para su sorpresa, Draco estaba aún sentado sobre el wáter temblando de pies a cabeza, luchando para quitarse la remera. Sus manos eran tan temblorosas que soltaba la tela casi sin darse cuenta.