⟼ꜱɪᴄᴋ ᴏꜰ ʏᴏᴜ [ʜᴏᴏᴅɪᴇ x ᴍᴀꜱᴋʏ]

5

La puerta se abrió lentamente haciendo un crujido muy seco.
Unos pasos. Una persona corre hacia el piso de arriba. La otra camina despacio y cierra la puerta.

Tanto Tim como Brian se medio despertaron por los ruidos. Una parte de Tim no quería moverse de su posición actual, la cual era encima de Brian, sobre el sofá. Y con el peso de Tim tampoco es que Brian pudiera moverse aunque quisiera.

Un sonido parecido a un "Ack!" junto con el ruido de lo que parecían ser huesos crujiendo, fueron suficientes para que Tim y Brian se levantaran rápidamente.

-¿Q... Q... Qu... ¡Qué! estabais haciendo?- preguntó Toby, sorprendido por la escena que se encontró al entrar.

-Nada, puto mocoso. ¡Métete en tus asuntos! Vete a llorar a la tumba de tu hermana o algo- respondió Tim agresivamente.

Brian le dió un codazo fuerte que hizo que Tim casi perdiera el equilibrio.

-Nada, Toby, simplemente tratábamos de no enfermar- contestó Brian tranquilamente- Eso es todo-Añadió.

Tobias miró a ambos hombres ahí de pie, en ropa interior, que momentos antes estaban acostados y abrazados en el sofá.

-¿Sois ho... Ho.. Hom... Hom-o... Ho...- Toby se calló de repente. Respiró y volvió a hablar-... Homosexuales?-terminó de preguntar.

Aquella cuestión tomó por sorpresa tanto a Tim como a Brian.
Ambos sabían que las condiciones en las que se encontraban podrían dar lugar a un malentendido, pero no se esperaban que el jóven Tobias lo preguntaría directamente.

-Eh... No, Toby, no somos homosexuales- contestó Brian después de un rato- Al menos yo no lo soy- Añadió.

-¡Yo tampoco!-exclamó Tim.

-Ya... Seguro que no...- Murmuró Toby,mirando fijamente a ambos varones.

-Te juro que como vuelvas a insinuar tal cosa, Rogers, terminarás con el brazo roto de nuevo- Amenazó Tim.

-Tranquilo, abuelo...- Respondió Toby, en un susurro para que Tim no lo oyera. Y no lo oyó.

-En fin... Toby, ayúdame a recoger frutos secos. Si es que queremos desayunar hoy- dijo Brian tratando de cambiar un poco el tema, a la vez que se vestía- Me pregunto cómo es que Kate no tiene hambre...-

-Es un poco rara, la verdad- respondió Tim, mientras también se vestía- Quiero decir, nunca sale por el día y es muy sensible a las luces. Me pregunto si ya era así o... No sé, tiene algo que ver con el árbol que camina-

-¿Por qué no vas a v... Ve... V... ¡Ver! si quiere algo?- preguntó Toby, mientras ya caminaba hacia la salida, esperando a Brian.

Tim lo pensó. Ninguno de ellos, nunca, habían ido a la habitación de Kate. Y mucho menos por el día.
Pero, siempre hay una primera vez para todo, ¿no?

En cuanto Brian y Tobias salieron a buscar frutos y Tim terminó de vestirse, fue cuando él se dirigió a la habitación de Kate.

Tocó la puerta.

Una vez.

Sin respuesta. ¿Quizás está durmiendo?

Dos veces.

¿Y si no abre? Nunca dijo que no quería visitas, pero tampoco expresó ningún interés en ellas.

Tres veces.

Algo golpeó la puerta desde dentro, lo que hizo que Tim se apartara por instinto.

¿Acaso era una señal de que podía pasar?

Tim así lo interpretó. Por lo que empezó a girar el pomo de la puerta y la abrió.

En cuanto dio un paso adentro de la habitación, el aire se volvió más pesado.

La habitación estaba oscura casi en su totalidad,por lo que, gracias a la poca luz que entraba Tim pudo distinguir a Kate en la esquina. Y también las pintadas en la pared.

Tengo planes para ti, Kate.

Esa frase estaba escrita por toda la pared de la habitación. Junto con unos dibujos de el árbol que camina.

Kate ni siquiera se volteó para mirar a Tim, el cual estaba analizando todo cuanto veía en las paredes.

Siempre observando. Sin ojos.

Brian y Toby estaban recogiendo todo tipo de frutos que encontraban. Hasta que el crujido de unas hojas llamó la atención de Tobias.

Él se giró, y vio a Brian en el lado contrario de donde provenía el ruido.

Se acercó.

A medida que se acercaba al origen de aquel pequeño crujido, un olor nauseabundo inundó las fosas nasales del joven.
Pero eso no fue suficiente para impedir que Tobias se siguiera acercando, siempre con sus hachas en mano.

Unos pasos más.

El olor se intensificaba.

Solo un poco más...

¿Qué fue eso? ¿Un gruñido?

Ya casi...

Salpicaduras de sangre. Claro, el olor es de un cadáver.

Ahí está.

La escena que se presentó ante Toby en ese momento fue la de un cadáver con el torso abierto. Y alguien, o algo, comiendo de el.

Toby se quedó observando unos segundos. No es la primera vez que había visto a aquella criatura con forma de hombre y máscara azul.

Aún así, no sabía su nombre. Si es que lo tenía, claro. Por lo que Tobias simplemente lo conocía como "el caníbal de ojos negros".
Aunque muchas veces Toby dudaba de que aquel hombre, si es que así se le puede llamar, tuviera ojos.

La cabeza de el caníbal se giró en dirección a Tobias, y antes de que tuviera tiempo de reaccionar, este ya estaba encima suya.

En ese momento justamente no llevaba la máscara puesta sobre la cara, sino que la llevaba a un lado.
Entonces Tobias pudo confirmar sus dudas. No tenía ojos.

El aliento de aquel monstruo era el único aire que Toby respiraba en ese momento, lo cual era muy desagradable y casi le provocaba náuseas.

-Trabajas para él.- dijo el caníbal sin ojos. Enseñando sus dientes afilados recubiertos en sangre seca y pequeños trozos de tripa.

Tobias no respondió. No estaba asustado. Si moría, le daba igual. No le importaba morir. Aunque tampoco es algo que quisiera.

Poco a poco, el hombre de mirada negra se quitó de encima de Toby. El cual se levantó tan rápido como pudo entre contracciones y tics nerviosos.

-Deberías de dejar de trabajar para él -dijo el caníbal- Pareces joven, ¿qué te ha pasado?-

Pero Toby no contestó. ¿Cómo iba a explicarle a alguien lo que había hecho, la razón por la cual lo hizo y las consecuencias? Y lo más importante de todo, no le debía explicaciones a nadie.

Entonces hizo lo que mejor se le daba hacer.Correr.Escapar.Huir.

Huir de todos sus problemas.

Y quemarlos.

Quemarlo todo.