⟼ꜱɪᴄᴋ ᴏꜰ ʏᴏᴜ [ʜᴏᴏᴅɪᴇ x ᴍᴀꜱᴋʏ]

7

Ambos, Tim y Brian, siguieron hablando en el medio del bosque. Sin ni siquiera darse cuenta de que cada vez oscurecía más.

Y para cuando se dieron cuenta, ya era tarde.

Trataron de regresar a la cabaña, pero al haber falta de luz, no se pudieron orientar muy bien.

-Mierda...- Murmuró Tim- ¿Y ahora qué?-

Pero justo cuando Brian iba a contestar. Llegaron a el lugar.
El lugar donde la encontraron y enterraron.
E incluso le hicieron una lápida de madera con su nombre.

Sally Maryam Williams

Aquella niña... Tim la odiaba. A pesar de que sabía lo que le había pasado. La odiaba. Ya que eso no justificaba su actitud sádica, ni tampoco el hecho de que disfrutara cada vez que lo atormentaba en sueños.

En cambio, Brian sentía pena por ella. Y no sólo por Sally, también por las demás víctimas jóvenes... Al fin y al cabo, si seguían en este mundo, es porque seguramente el árbol que camina no las dejaba descansar en paz.

-Pobre niña...- Pensó Brian en voz alta, mirando hacia dónde estaba el cuerpo enterrado-

Tim no dijo nada, ya que no quería iniciar ningún tipo de pelea con el que volvía a ser su amigo.

-En fin, ¿qué vamos a hacer? Para no morirnos de frío, digo. Porque se ve que no vamos a llegar a la cabaña muy pronto-

Brian asintió pensativo.

-Quizás podemos pasar la noche en alguna cueva... Tiene que haber alguna, ¿verdad?- dijo Brian, a lo que Tim respondió con un "Supongo" no muy convencido-

Hasta que por fin encontraron lo que parecía una cueva. Aunque obviamente no fue de forma inmediata, tuvieron que andar por lo menos una hora. Y, desgraciadamente, también tuvieron que matar algunos animales salvajes.

Aunque, bueno, eso les serviría de alimento cuando lleguen a la cabaña.

Ambos se sentaron apoyados en la pared de la pequeña cueva. Que en realidad no parecía una cueva, sino más bien un pequeño refugio de piedra en el costado de una pequeña colina. Pero que aún así era útil.

-No sé qué es peor, si esto o lo de aquella otra noche -dijo Brian para romper el silencio-

-Definitivamente lo de aquella otra noche. Además de que el mocoso ese ahora piensa que somos... Bueno, eso... - Respondió Tim, arrepintiéndose al final, ya que se formó un silencio incómodo-

Aunque no duró mucho.

-¿Siquiera recuerdas la última vez que te gustó alguien?- Preguntó Brian, a lo que Tim negó con la cabeza- Ya... Yo tampoco-
Luego de un silencio, Brian añadió:
-Aunque a estas alturas de mi vida, creo que... Bueno, esto va a sonar raro e incluso patético... Creo que, me da igual. Quiero decir, que me da igual de quién venga el afecto... En plan, el género y tal... Sólo quiero que alguien me quiera, joder-

-¿Tratas de decirme que eres gay?- Preguntó Tim, no en el tono que el esperaba.

-O sea, no... Sé. Es que, en este punto, la verdad es que me gustaría... No sé, tener a alguien ¿sabes?- Trató de explicar Brian, algo incómodo por cómo iba la conversación- ¿A ti no te gustaría?

Eso pilló a Tim con la guardia baja.

-Eh... Pues, supongo... Sí, a ver no sé... De todos modos, sería imposible, siempre que intentamos salvar a alguien él nos obliga a... Bueno, matar y tal...- Dijo Tim-

-Sí... Tienes razón. Pero, ¿y entre nosotros 4?- Preguntó Brian de repente.

-¿Eh? Brian te juro que esto parece una pijamada de chicas en las que se preguntan entre ellas quién les gusta-

Brian río.

-Sí, verdad-

Después de conversar, los dos hombres se durmieron.

De nuevo, Tim estaba soñando con la niña del vestido rosa, quién disfrutaba atormentándolo.

El sueño siempre era igual. Tim se encontraba en un bosque oscuro, y la niña lo perseguía. Y cada vez que lo atrapaba, lo estrangulaba hasta que ya no podía más y despertaba.

Pero esta vez había algo inusual, algo nuevo, en el sueño.
Un oso de peluche.

Un oso muy bonito, de un color dorado y con un lazo rojo atado al cuello.

Tim lo agarró y cuando se vio acorralado y con la niña a punto de torturarlo. Abrazó el oso. Como si de algún modo pudiera protegerle.

Y así fue.

Tim se despertó sobresaltado y... ¿Abrazado a algo?

¿... O más bien, a alguien?

¿Brian?

Mientras Tim pensaba en cómo había llegado a la situación de acostarse al lado de su amigo y de abrazarlo. Brian comenzó a despertarse...