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Tiempo después del suceso empezó a prestarle más atención a sus detalles y concluyó en que definitivamente, era gay.

Fue así que dejó a las chicas para comenzar experimentar con chicos y poder confirmarlo Y... Sí, sí, confirmadísimo. Aunque, bueno, cada conquista que buscaba tenía Sierto parecido a su amigo.

Entonces supo que tenía que hacerlo, se le confesaría. ¿Acaso se molestará si se le confiesa? Hay, y si algo sale mal, le dirá que es una broma.

Sacude su cabeza para alejar sus pensamientos al observar a su menor, quién está tranquilamente en el sillón individual diagonal al suyo, mientras come una banana y su vista esta posada en el celular. Afortunadamente para Araujo, porque si no, ya hubiera notado sus ojos hambrientos dirigidos a él.

Si el Pelinegro come la banana así, no se imagina como comerá su...

—Vini.—LLama, a lo que el susodicho Murmura un “¿Mmm? Señal de que lo está escuchando.—¿Alguna vez te preguntaste por qué mi orientación sexual cambió abruptamente?—El otro lo mira alzando sus cejas y traga el alimento en su boca para hablar.

—Nop.—Responde sonando desinteresado. Se miran fijamente.

Vamos Araujo, no decaigas, Tú puedes.

—¿Te molesta qué sea gay?—Cuestiona inclinando su cabeza un poco.

—Para nada, Araujo.—Sonríe y derrite el corazón del peli gris.

Y ahí estaba otra razón de porqué le atraía vini. Desde que le contó, él simplemente lo acepto y no hizo un mal comentario al respecto. Vini era un ángel, porque a pesar de que en Brasil la mayoría de las personas no cerradas de mente, esté era lo opuesto, aceptaba y quería a todos por igual.

Sonrió de lado ante esto.

—¿No tienes curiosidad se saber la razón?—Insistió ansioso, quería que estuviera interesado y en el punto justo, le soltaría la bomba.

—Bien, ¿A qué quieres llegar?—Dejo lo que tenía en sus manos sobre la mesita frente a ellos y las junto apoyando sus brazos en sus rodillas, acercándose más al menor. Su ceño ahora fruncido haciendo que Araujo tragara saliva nervioso.

—¿Quieres saberla o no?—Pregunto con el mismo gesto de su menor, intentando lucir seguro aunque su voz haya sonado más como un susurro tembloroso.

—Si, cuéntamela, si es que insistes.—Se mofo juguetón vini. Araujo soltó una risita bajando la mirada e inspirando aire.

—Tu eres la razón, vini.—Volvio a ver la reacción del Pelinegro.—Despues de que fui a tu apartamento el día en el que te paseabas sólo en boxer, no pude evitar mirarte de más y..—Se corto, sintió que si seguia incomodaria más al otro. Y quizá lo hizo porque su amigo sólo se le quedó viendo en silencio, serio y analizandolo, poniendo más nervioso al chico.—Lo sien...—Jr lo interrumpe.

—¿Qué quieres que haga con esa información, Araujo?—Pregunta toqueteando con la punta de su piercing. Su sonrisa ladina vuelve a su rostro mientras se echa contra el respaldo del sillón, de manera despreocupada y divertida. Sus ojos muestran un brillo... ¿Lujurioso? Dejando ver una imagen Realmente caliente.

¡No hagas eso, Vinícius Jr! ¿Estás consciente de que podrías matar a alguien cuando sacas tu lado sexy?

Araujo inhala y exala aire, más tranquilo y sin evitar recorrer el cuerpo del Pelinegro, ¿Será esta su oportunidad?

••LOS AMIGOS NO SON COMIDA ☆ Vini X AraujoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora