Todo el trabajo no había sido en vano, un cien encabezaba el trabajo práctico, en aquel folio estaban ambos dibujos e incluso había recibido felicitaciones del profesor. Taehyung rebosaba de felicidad. Mientras que el ambiente por otro lado estaba demasiado bullicioso.
Tehyung estaba tan concentrado en saber de su nota que había olvidado que se encontraba en medio de una catástrofe; afiches, globos, corazones como jamás había visto. Por un momento había olvidado cómo se ponía su universidad en San Valentín. Había un gran buzón con cartas anónimas, y todas las facultades participaban de aquellos juegos cursis, incluso la facultad de su mejor amigo, Jungkook, a quien tenía que agradecerle por la ayuda, de hecho, le debía una grande. Taehyung observó cómo el gran buzón de cartón adornado con aerosol dorado, y más corazones que otra cosa, las cartas estaban por caer de allí de lo lleno que se encontraba. Uno de los delegados de último año lo sacó porque era hora de repartir y las dejarían en los casilleros, pero el castaño le quitó importancia para ir a ver a Jungkook, quien se encontraba en la facultad de ciencias exactas.
El castaño casi con una sonrisa tonta se dirigió hasta allí, se sentía tan emocionado y sabía que Jungkook también se lo tomaría así, cuando logro hallarlo en la multitud, con su habitual forma de vestir (completamente de negro) y sus tatuajes a la vista, se encontraba en el pasillo frente a su casillero y cuando Taehyung estuvo a punto de saludarlo con una sonrisa de satisfacción y la nota extendida, una montaña de hojas o debería decir cartas cayeron a los pies de Jungkook, demasiadas cartulinas de colores, de todas las tonalidades de rojo y rosa que pudieran existir, e incluso flores y chocolates, la sonrisa de Taehyung cayó lentamente, sus comisuras bajaron y una sensación amarga invadió su estómago ¿Por qué se sentía de aquella forma de repente? Jungkook levanto su mirada notando la presencia ajena, y le sonrió de oreja a oreja, no esperaba que Tae fuera allí, recogió las cartas como si fuera algo de todos los días y sin leer los remitentes ni el contenido las guardo de nuevo y tomó algunos chocolates despreocupadamente.
—Hola tú ¿quieres?—Jungkook zarandeó un chocolate blanco en la cara de Tae y este permaneció con una expresión seria. El ánimo del castaño fue en picada y ni siquiera el sabía el porqué. Taehyung solo extendió el papel de la nota hacía Jungkook, nota que ya no le parecía tan importante como la cantidad de cartas que había visto meter a Jungkook en su casillero. De repente olvidó el hambre que tenía, no se le antojaba en lo absoluto recibir aquello de quién sabe quién. Taehyung sabía que Jungkook era popular entre mujeres y hombres, pero había estado tan centrado en su antigua relación que eso pasaba bastante desapercibido para él.
—No—murmuro a secas, lo bastante fuerte para que el pelinegro lo oyerá. Jungkook reviso la nota pensando que quizás el humor del castaño era por aquello y frunció su ceño al ver el enorme cien en un extremo del papel. Jungkook jugó con el piercing en su labio y se cruzó de brazos.
—¿Y a tí qué te pasa?—Jungkook se recostó sobre su casillero y Taehyung sin poder disimular sus expresiones, seguía con el mismo humor de perros, ya nada quedaba de su emoción.
—Nada—Jungkook se rió bajo, sabiendo que ese nada era en realidad un "me pasa todo pero no voy a decírtelo".
—No me mientas, en este momento estarías saltando por haber aprobado con la mejor nota—Jungkook lo miró fijamente intentando buscar la razón, sin embargo Taehyung ni siquiera lo estaba mirando, solo miraba el suelo ¿Por qué estaba tan así?
—Ya te he dicho que no me pasa nada—Taehyung murmuró aquello mirándolo está vez y con un tono demasiado odioso.
—Bien como sé que no me lo dirás, vamos a buscar tus cosas, ya es tarde y debo acompañarte—sin darle tiempo a refutar algo al contrario, Jungkook tomo su mochila con una mano, y con la otra la mano de Taehyung, y con pasos rápidos fueron hasta la facultad del castaño. Al ingresar por los pasillos se topo de lleno con una persona recargada en el casillero del castaño. Jungkook reforzó su agarre en la mano de Taehyung y frunció su ceño analizando a quien tenía en frente de pies a cabeza.
—¿Hoseok?—Taehyung casi salto sobre aquel pelirrojo soltando su mano bruscamente y lo envolvió en un gran abrazo e incluso beso su mejilla con efusión, Jungkook abrió sus ojos sorprendido y su corazón iba a mil por hora, su mano temblaba, y tenía sus puños apretados, todo aquello en cuestión de segundos, todo eso provocaba Taehyung en él, sentía que moriría comido por la ira y los celos. ¿Quién carajos era el tipejo? Quien se carcajeaba de quién sabe qué, había perdido hasta el sentido del oído, solo escuchaba el latido acelerado en sus orejas porque sentía grandes ganas de borrar la sonrisa del pelirrojo con un puñetazo, pero aquello no debía pasar por lo que debía controlarse, debía calmarse.
—Taehyung ¿No me vas a presentar? Es lo menos que merezco siendo tu novio ¿No es así?—y Jungkook mostró su sonrisa más falsamente amable, pero bien Taehyung sabía que era la más cínica y burlona, el rostro del flacucho que estaba abrazando a Taehyung se desfiguró por unos segundos, y el castaño estaba con su boca abierta (literalmente.) Incrédulo.
—¿Qué?—fue lo único que pudo atinar a contestar Taehyung.
—Claro mi amor, preséntame—Jungkook lo alejó de Hoseok y beso la mejilla de Tae con bastante fuerza y fulminó al pelirrojo y este optó por entrecerrar sus ojos y cruzó sus brazos.
—¿Jungkook qué…?
—Lo siento puede ser bastante grosero pero tenemos que irnos, después le escribes y nos presentas—¿Verdad mi amor?—y sin darle lugar a contestar volvió a tomar su mano y lo llevó hasta el estacionamiento como si se tratara de un niño regañado, desactivo la alarma de su auto y sentó a Taehyung en el asientos de copiloto, sin darle tiempo siquiera a refutar.
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Stalker*..°☆.. kookv.
FanfictionHay una delgada línea entre el odio y el amor. Pero existe una línea aún más delgada. La línea entre el amor y la obsesión. Jungkook estaba jodido, muy jodido y obsesionado con su castaño mejor amigo.