Hay una delgada línea entre el odio y el amor. Pero existe una línea aún más delgada.
La línea entre el amor y la obsesión.
Jungkook estaba jodido, muy jodido y obsesionado con su castaño mejor amigo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
×××
Taehyung no había logrado realizar la rutina de salir a correr todos los días que tenía prevista, debido a que Jungkook no se había despegado de él, pero esta vez no dejaría que lo engatusara con sus pucheros.
Sí, Jungkook con su aura de soy un jodido rockstar sabía hacer pucheros demasiado adorables. Todas las noches pasaba por su casa y le impedía salir a hacer ejercicio, diciendo que no pasaban suficiente tiempo juntos.
Por eso está vez siquiera se tomó el trabajo de contestarle los mensajes que había mandado hace unos minutos, Taehyung se vistió con unos pantalones deportivos que le llegaban un poco antes de la rodilla, una remera de licra y zapatillas de deporte. Al notar que las hebras de su cabello solo obstruían su vista, tomó con sus manos la maraña de rulos, posterior a ello los sostuvo con una liga y se apresuró a salir antes de que fueran las siete y cuarenta.
Con un ligero trote llegó hasta la gran plaza redonda. No le dió lugar al temor, pero no pasó por alto lo sucedido la vez pasada, por eso de vez en cuando comprobaba sus alrededores. Tampoco usó auriculares, para que ningún sonido exterior lo asustará.
Por otro lado Jungkook llegó a casa de Taehyung y vió que las luces estaban apagadas, tocó la puerta y no sé escucho ni un alma dentro.
¿Era en serio? ¿Taehyung había salido? Jungkook dejo las bolsas con ramen dentro de su auto, el cual trajo consigo porque no quería caminar.
Así que había salido a correr, y sin avisarle. Muy mal. Jungkook no sé quedaría de brazos cruzados, no le importaba tener que ir hasta esa plaza. Así que ni lento ni perezoso manejo hasta el lugar, no le tomó ni cinco minutos llegar a su destino.
Al estacionarse y bajar del auto busco a cierto castaño, no necesito buscar demasiado porque no habían muchas personas. A lo lejos diviso una cabellera castaña con rulos, repaso la figura de Taehyung de arriba a abajo ¿Por qué llevaba shorts? Aunque le llegarán antes de la rodilla, no le gustaba.
Su mirada siguió clavada en las piernas de su mejor amigo, no entendía la piel de Taehyung, algunas veces era canela y muchas otras tenía un color lechoso, como en ese momento. Se dedicó a observarlo correr y trotar alrededor de media hora, estando apoyado en su auto, cual acosador.
Era inevitable no deleitarse con la imagen del castaño, sus tiernos rulos, cejas prominentes, ojos profundos con espesas pestañas marrones haciendo su mirada aún más atractiva, nariz recta y acorde a su rostro, pómulos lo suficientemente marcados, labios finos que resaltaban al tener un color tan llamativamente rojo, mandíbula bien formada. Cuando Jungkook siguió observando notó como el sudor bajaba desde su cabello hasta perderse en su cuello y clavículas, el torso de Taehyung era tan delicado, su cintura, seguido de una pronunciada curva en su parte trasera junto a unas largas y bonitas piernas. Una vez que lo observabas era inevitable no pensar que era etéreo y a la vez irreal.
