EL SECRETARIO LOUIS [L.S]

Capítulo 8

La mañana de ese día viernes estaba fría, eso fue lo primera que se dio cuenta Louis al despertarse, las nubes en los alto se veían oscuras lo que indicaba que podía aproximarse una lluvia. Dejando cualquier jersey ligero a un lado, decidió ponerse encima una casaca que podía amortiguar el agua.

Luego de haberse vestido por completo tomó rápidamente sus cosas y salió de su casa, necesitaba llegar pronto al trabajo antes de que la lluvia se desatara.

Terminó llegando justo a tiempo ya que el agua comenzó a caer cuando abandonó el taxi y se adentró en la empresa.

"Buen día secretario Louis, se salvó de la lluvia"

"Buen día, así parece". Sonrió refregándose las manos, estaba demasiado frío. "La temperatura bajó demasiado, anhelo un café"

La recepcionista sonrió de forma malvada. "Róbale el mejor al jefe". Le dijo por medio de un susurro.

Inmediatamente rió. "Lo haré, sin duda". Dicho esto, se despidió con la mano para tomar el ascensor hasta su piso.

"Buen día equipo". Saludó a los que ya se encontraban acomodándose en sus puestos de trabajo.

"Buen día". Ellos dejaron de hacer sus cosas para prestarle la atención. "Para que sepas, el jefe ya está aquí"

La información lo tomó por sorpresa, nunca llegaba antes que él por lo que algo debía de estarlo perturbando, las probabilidades de que no hubiera dormido bien eran grandes.

"Gracias por la información". Dicho esto se giró para caminar hasta el sector de su recepción. Algo llamó de inmediatamente su atención, algo que evidentemente no había puesto sobre su escritorio. Había una pequeña caja con alimentos; un vaso plástico que parecía ser café, un sándwich y una dona que lucía deliciosa, de inmediato sintió curiosidad ¿quién había hecho esto para él?

"El jefe ya está aquí para que sepas"

El recuerdo de aquellas palabras inmediatamente provocó que los ojos se le abrieran de par en par y que su corazón se acelera infinitamente... podía... podía tratarse de Harry?. Sus ojos miraron entre la puerta cerrada de su jefe y de vuelta a la bandeja, fue en ese momento que sus ojos capturaron algo nuevo, algo blanco y que tenía una escritura, era una tarjeta. Inmediatamente estiró su mano tomándola y encontrándose un mensaje que no esperó para nada.

«Espero que disfrutes el desayuno y tengas un bonito día. Ayer la pasé muy bien contigo por lo que espero que podamos repetirlo. Nos vemos. Eithan»

El pecho se le desinfló, todas las esperanzas cayeron inundándolo la decepción... por supuesto que no podía ser lo que su corazón quería, Harry jamás haría esto por él.

Soltando una exhalación cargada de melancolía se quedó mirando la tarjeta, era un lindo gesto.

El ruido de una puerta abriéndose llamó su atención por lo que inmediatamente giró su cabeza hasta la oficina de su jefe. Harry salió luciendo un traje gris, pantalón ajustado y un chaleco abotonado en el pecho encima de su camisa, como siempre lucía impecable, pero aquello no pudo llamar tanto su atención como su rostro, como aquella expresión que le evidenciaba que no estaba tranquilo, que algo lo había perturbado. Su suposición desde un principio había sido correcta.

"Buen día". Lo saludó inspeccionando su rostro.

Harry efectuó de vuelta una breve inclinación con la cabeza, sus ojos oscuros y lejos de todo verde atravesaban los suyos, así como también lo que estaba a su lado; la bandeja de comida.

Una sensación incómoda lo atravesó, se sintió como ser expuesto, como si hubiese ocurrido algo que no debía de ser. Muy tonto, pero así lo sintió.