Cómo Arruinar Una Comedia De Amor (Por Corregir)

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Capítulo 52: El talento de la protagonista

"¿Miyuki?"

"¿Hmm? ¿Sí?"

"¿Qué te pasa en el cuello? ¿Es una tirita?"

Era una pregunta inocente de Tetsuya.

Miyuki, ligeramente sobresaltada, se llevó una mano a la tirita.

"Ah... esto... Me picó un mosquito..."

"¿Oh? ¿No sería malo usar una tirita entonces?".

"Se... puso inesperadamente roja..."

"Ten cuidado, ¿vale? ¿Quieres que te traiga alguna medicina?"

"Ya me he aplicado un poco. Gracias por preocuparte".

Miyuki esbozó una nueva sonrisa y apartó el cuerpo.

Ella, que estaba dando delicados pasos hacia atrás, se quedó inmóvil, con la mano en la nuca, y habló con voz agitada mientras me miraba fijamente.

"Matsuda-kun, ven rápido".

"Tenemos tiempo de sobra; podemos ir despacio".

"¿Cómo que tenemos tiempo? Hoy tenemos examen de matemáticas, al menos deberíamos empollar un poco".

"¿Cuándo dijeron eso?"

"El viernes.

"¿Por qué te acuerdas de eso?"

Miyuki se quedó quieta hasta que me acerqué.

Tetsuya también acabó parándose en seco.

Después de echarle un vistazo rápido a su cara, me acerqué con naturalidad y me puse delante de Miyuki.

Entonces, le pregunté casualmente a ella, que me miraba de forma peculiar.

"¿Qué?"

"Tienes polvo en la camisa".

Con sus dedos en forma de pinza, Miyuki me quitó el polvo de la parte delantera de mi camisa blanca. También rozó ligeramente entre mi clavícula y mi hombro con la palma de la mano, antes de reprenderme juguetonamente.

"No vayas por ahí con cosas así encima, límpiate".

"Me fijé antes de ponérmelo... Quizá sea porque el aire de arriba es polvoriento".

Cuando me burlé sutilmente de la baja estatura de Miyuki, soltó una suave risita y volvió a mirar al frente.

"Tetsuya-kun, vámonos".

"Ah, sí..."

Su expresión estaba teñida de desconcierto.

Se había dado cuenta de que Miyuki me trataba con una calidez inusual.

No importaba lo ignorante que fuera, con Miyuki actuando así, no podía no darse cuenta.

Cuando jugaba a Dokiaca, como protagonista, me ocupaba de los acontecimientos, acercando de algún modo al ingenuo tú a las heroínas, pero... ahora no.

Ahora, yo soy el protagonista, no tú.

Para ti, no hay más que un futuro sombrío.

Pero de repente, me viene a la mente una pregunta.

Como pensé antes, mientras jugaba a Dokiaka, gestioné activamente los acontecimientos de Tetsuya.

Lo movía hacia donde estaban las heroínas, conversaba y seleccionaba opciones.