# Capitulo 2

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Por más que tallaba, la sensación de incomodidad y angustia no salía.

Desde que entró al baño no pudo calmarse un solo segundo, no sabía por dónde empezar a reponer su compostura. ¿Debería lavarse la cara? ¿debería arreglarse el cabello? ¿debería limpiarse esas horribles manchas? ¿debería, debería, debería? solo no paraba, su mente no paraba de ir de un lado a otro buscando imperfecciones.

No era así siempre, ver a gente inesperada no lo ponía tan mal, siempre había sido un poco malhumorado por las mañanas solo que está vez se sentía distinto, se sentía muy distinto. Ser un poco gruñón por las mañanas no era para nada parecido a lo que acababa de hacer, sentir y pensar. Todo fué gracias a ese estúpido sueño.

Desesperado continúo limpiandose la camisa seguida de su corbata que estaba sumergida sobre el lavabo, observó por el espejo la figura de Rusia acercándose con una sonrisa juguetona. - ¿Qué te pasó ahí? - a cambio solo recibió una mirada molesta seguida de un "vete al carajo" con desinterés, tenía más cosas en qué preocuparse. Al no recibir respuesta dejó pasar el asunto apoyándose en una de las paredes que daba a la puerta de los baños observando divertido la frustración de su amigo. - Espero que con esa actitud de mierda no espantes a Polonia. -

"Polonia....." el nombre solo lo dejaba pensando más, dejó de tallar con desesperación y consiguió relajarse, o más bien solo calmar un poco las voces que repetían preguntas infinitas. - ¿Está asustado, molesto? - preguntó con cierta preocupación en su tono.

Nah, solo se preocupó, debió ser extraño verte así. - eran buenas noticias, significaba entonces que no tendría que excusarse ni dar mayor atención al problema, él mismo se encargaría de que algo así no volviera a pasar. No estaba molesto con Polonia, no estaba molesto con Rusia, ¿entonces con quién lo estaba? no tenía sentido, nada fuera de lo normal había pasado que pudiera explicar esa amarga sensación de molestia.

- Lo siento, pero ya sabes que no me gusta hablar con los demás. - Reprochó dando una explicación incoherente a su actuar antes

- ¿Con los demás? pero él no es los demás y lo sabes, lo conocemos desde hace mucho, deberías ser más amable. - Continuó con ese tono de hermano mayor que lo caracterizaba, ante este tipo de problemáticas había desarollado un sentido de habla casi paterno, efectos secundarios de ser el mayor de varios hermanos. - Además, yo no puedo ser tu único amigo para siempre.- terminó el ruso mientras seguía observandole por el espejo.

- Él no es mi amigo, no hay forma de que sea amigo suyo. - Reprochó Alemania, de todas las respuestas que podía esperar esa no era una. El alemán pudo ver por el espejo la expresión de sopresa que el ruso tenía en el rostro, quizá si había sido muy duro escuchar eso de alguien que ambos consideraban su amigo de infancia. - Solo... él no me agrada, no es como antes y eso me incómoda, es muy uhm... irritante. - Continuó con su discurso explicando las razones mientras seguía tallando su corbata, estaba tratando de no verse tan arrogante como había sonado su comentario anterior, quería arreglarlo pero al regresar su vista al espejo no solo encontró la mirada de Rusia, también encontró la del polaco cerca de la entrada del baño.

[ . . . ]

Después de que ambos amigos dejarán al polaco solo en la mesa este comenzó un debate interno por si debería seguirlos para asegurarse de que todo se encontraba bien, pero tenía sus dudas. "¿Será demasiado?" se preguntó varias veces, no sabía si sería excesivo ir a preguntar si estaba todo en orden.

Observó el líquido caliente esparcido por gran parte de la mesa, la mancha encima del blanco mantel definitivamente sería difícil de quitar, pero no sé imaginaba el dolor de cabeza que sería quitarlo de su propia ropa. Mientras pensaba en eso consideró que quizás si necesitarían ayuda extra, o de menos que él preguntara si todo estaba bien.

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