08 | La ley de Murphy

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Domingo 24 de Diciembre

Horas antes de navidad

🎄


Levi estaba al borde del colapso.

Su avión salía en 2 horas, y aún no lograba resolver este conflicto matrimonial. En momentos así agradecía que su progenitor se hubiera borrado de su vida, no soportaría peleas tan absurdas en su hogar. Para eso tenía a Kenny hablando idioteces como juguete sin batería.

Ese día los ex esposos se reencontraron, Levi había hablado con ambos y explicado la situación, creyó que así, su reencuentro sería algo agradable y se terminaría esto.

Elegía confiar en el poder del amor.

Se equivocó.

No sabía de dónde había sacado la magia del poder del amor, pero era claro que no aplicaba a estas personas, más que ex esposos parecían dos leones compitiendo por ser el próximo Rey León.

Creía que la última vez que vio algo así, fue cuando vio Madagascar 2 con Phoebe.

Parecían ser una pareja cargada de reproches que no dejaba de gritar, sentía ganas de ahora tirarlos a ambos al océano.

Pero también se preguntaba, ¿cómo una pareja de tantos años llega a ese punto?

Levi y Phoebe pocas veces discutían, por el simple hecho de que ambos reconocían sus errores y siempre hablaban con la verdad. La primera discusión que tuvieron fue en preparatoria, Levi y Erwin se habían hecho muy amigos al ir al mismo salón, y en los recesos Levi solía quedarse en el salón si es que Phoebe no lo obligaba a salir, pero en ese entonces Erwin comenzó a hacerle compañía.

Phoebe lo espero a la salida de la escuela una tarde, y le comento que sí estaba todo bien, porque él parecía evitarla. La respuesta había sido simple, solo estaba conociéndose con Erwin y no quería forzar a Phoebe a encerrarse con ellos en los recesos.

Así se había resuelto todo.

Levi siempre tomaba de ejemplo ese conflicto, que sentía que aplicaba a cualquier tipo de problema en una relación, desde celos, infidelidades, diferencias, ¿acaso estas personas nunca habían intentado hablar de lo que sentían?

Observó como la señora elevaba su mano para golpear a su ex esposo, por lo que Levi decidió intervenir o este caso se haría infinitamente largo.

Claramente no esperaba recibir la cachetada.

El ambiente se quedó en silencio, y aunque la mejilla de Levi ardía, por fin sentía que sus oídos descansaban. La señora lo miraba atónita, sin saber cómo encarar el haberle pegado al abogado, y su ex esposo sonreía, pensando en la demanda que podría mandarle a la loca de su ex mujer para salvarse.

Mientras tanto, Levi contaba. Ya había llegado al 100 en pocos segundos, y no, no le estaba dando resultados.

Sentía que tenía todo el derecho a estar enfadado.

Primero, su tío Kenny le arruinaba todo, y no dejaría de repetirlo nunca.

Segundo, se quedaba sin ideas.

Tercero, cuando por fin tenía ideas, estos dos sujetos decidían querer hacer desastres antes de las fiestas, solo por el resentimiento mutuo.

Y cuarto, la señora se atrevía a golpearlo.

Muérdago seco | Levi AckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora