La noche en el bar donde Liah trabajaba estaba muy alterada, rumores de que entidades famosas iban a asistir ese día era algo que hacía a la gente explotar de emoción, las entradas eran limitadas y el trabajo arduo.
Del otro lado de la barra, Liah preparaba de forma rápida millones de tragos que calentaban la noche, una gota de sudor cayó de su frente, indicando su cansancio, pero ella era feliz con lo que hacía.
-Un Gin Tonic -Pidió un hombre que se sentaba en la barra, su cabellera llamaba mucho la atención
-Enseguida -Respondió Liah sin cambiar su típica cara de barman seria
En cuestión de segundos preparó su trago y se lo entregó al hombre, quien solo suspiró al recibirlo.
-¿Noche pesada? -Preguntó Liah
-Dímelo tu, debes estar peor que yo
La muchacha sonrió de lado con los ojos cerrados
-Si, en verdad me gustaría que fuera distinto, pero debo ganarme la vida -Volvió a responder mientras preparaba otro trago
-Siento que te vi en alguna parte -Le dijo el hombre
-Si vienes aquí muy seguido en el turno de la noche, probablemente sea por eso -Respondió, tratando de ocultar algo más
-Si... Quizás sea por eso -El hombre la miró no muy convencido con su respuesta y suspiró
Antes de que Liah volviera a hablarle, su teléfono sonó, haciéndola reaccionar en segundos.
-¿Me disculpas un momento?
-Adelante -Dijo el hombre tomando su trago
Liah se apartó un poco de la gente en la barra y contestó la llamada, del otro lado del teléfono se escuchaba una mujer algo irritada.
-Nena, estoy trabajando, sabes que no puedo usar mí teléfono ahora...
-Estoy fuera, quiero que me recibas -Ordenó la mujer detrás del teléfono
-Kal...
-Ahora, Liah
Liah suspiró y colgó, luego le hizo señas a su compañero
-Sam, ¿Me cubres? Urgencia marital
-No hay problema Lili, no te demores -Respondió el dándole una palmada en la espalda en forma de apoyo
-Claro -Liah se quitó su delantal y lo dejó en la barra para salir de ahí y abrir las puertas del bar
Al abrir las puertas, todos se callaron y la música disminuyó mientras los reflectores enfocaban a Liah y a la mujer en la entrada tomada de su brazo. No tan alta, cabello rubio con mechas negras y rosas, con una chaqueta azul celeste llena de pequeños diamantes en los extremos y un pantalón negro ajustado, la multitud enloqueció al verla.
-Odio hacer esto... -Murmuró Liah tratando de pasar desapercibida
-Es tu deber como mí novia -Respondió ella en un susurro
Liah la miró incómoda mientras llegaban al centro del club, en la barra, el hombre se quedó estupefacto al ver a la mujer entrar
-¿Por qué no avisaron que KDA estaría aquí?
-No lo sé señor, pero ella es hermosa -Respondió Sam viendo a la muchacha famosa
-Pff, es solo la portada, una cara bonita, después es un monstruo