14. Decisión A Base De Golpes

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Ashido salió corriendo de la casa de Kirishima. Había demasiadas dudas en su cabeza. De por si el comportamiento del pelirojo era extraño desde que apareció. Le parecía que ocultaba algo, y no, no se refería particularmente a la presencia de Katsuki, sino el origen del alojamiento de aquel chico cenizo que todos había buscado por meses.

Sólo había dos posibilidades. Una de ellas dejaba en muy mala imagen a Kirishima, pero después de todo, Mina conocía perfectamente a Eijiro, era imposible que hiciera tal acto.

Ahora estaba parada junto a la puerta del edificio. Procesaba la situación que había vivido hacia unos minutos. Ese chico dulce, amable y sensible no pudo haber hecho tal atrocidad.

Trató de escuchar el más mínimo ruido, pero simplemente escuchaba el viento de la calle. Quizás estaba exagerando y aquel chico decidió desaparecer por cuenta propia.

Comenzó a caminar, alejándose de la residencia. Ya hablaría el tema con Eijiro después.

[...]

El sonido de la piel del cenizo contra la piel del cinturón sonaba por toda la habitación. Sus jadeos y suspiros se escuchaban levemente, siendo encallados por la almohada. Ojalá fuera una situación sexual, pero se trataba de una situación de mal manejo de ira.

Simplemente se encontraba recibiendo golpes por parte del pelirojo. Le dolía, pero había valido absolutamente la pena. Ambos estaban mal en todos los sentidos.

Kirishima sollozaba. No quería hacerle eso a Bakugo pero no podía detenerse, se sentía molesto, enojado, frustado. Sentía que Katsuki merecía aquel trato, pero no era así. Algo en él le explicaba a gritos que nada estaba bien, pero esas voces era acalladas por el deseo de tener a ese rubio a su merced.

Levantó si mano a punto de soltar otro golpe. Pero al ver los dedos de Katsuki aferrarse a las blancas sábanas le hicieron pararse en seco. El rostro del cenizo no estaba en dirección al de Kirishima, miraba rumbo a la pared. Trataba de no demostrar el dolor.

Los ojos de Kirishima se critalizaron de inmediato. Dejó caer el cinturón a un lugar remoto de la habitación. Se sentó sobre sus talones, tapó su rostro con sus manos. Sorprendiedo al cenizo, quien se levantó con dificultades apoyándose en sus codos.

Miró a Kirishima sollozar levemente. Sintiéndose un tanto culpable. Si él jamás hubiera salido frente a aquella mujer sólo por celos, nada de eso habría pasado. Sintió la necesidad de acercarse, pero todo su cuerpo le ardía y no de manera lujuriosa.

Eijiro sintió el movimiento producido en la cama. Quitó las palmas de su cara y pudo ver el terrible acto que cometió. La blanca piel del cenizo estaba llena de marcas rojas intensas y unas un poco moradas, incluso algunas soltaban finos hilos de sangre.

Trató de tocarlo, pero su mano se alejó rápidamente, como si su instinto se lo rogara. Trató de levantarse del colchón y dirigirse a la puerta, pero la débil y frágil mano del cenizo se posó sobre su muñeca. Dirigió su atención al chico, no demostraba un tanto de enojo y miedo, pero sobretodo culpa.

Se acercó gateando hacia el pelirojo. Le plantó una firme cachetada a lo cual no reprochó. Sintió su piel arder, pero sabía que no se compraba para nada al daño que él había provocado.

Se negaba a dirigirle su mirada a Katsuki. Pero el cenizo no iba a aceptar que se acobardara. Tomó firmemente el mentón de Kirishima y lo obligó a mirarlo.

Secó las lágrimas bruscamente. Haciendo que la piel morena se pusiera un poco roja. Acarició las mejillas de Kirishima y le plantó un golpe en la cabeza, uno muy leve, como si le estuviera diciendo indirecta pero muy directamente que se estaba comportando como un llorón.

Kirishima rió por unos segundos y después esa sonrisa se esfumó.

—Yo...Lo lamento...

—Éste no eres tú.—Susurró Katsuki en el oído de Kirishima, recargándose en su hombro.—Maldita sea. Vuelve.

Kirishima acercó sus temblorosas manos a la espalda de Katsuki. Las colocó firmes sobre sus omóplatos, haciendo un poco de fuerza sobre ellos. Katsuki se dejaba abrazar, sabía que ese no era el Kirishima que conoció aquella vez en el baño, que le logró sacar una sonrisa en esos días tan nefastos.

La fuerza de Kirishima abandonó sus manos, ahora simplemente hacia movimientos circulares sobre aquellos huesos. Sentía la respiración relajada pero dolorosa de Katsuki en su hombro.

Se alejó un poco. Tomando los hombros del cenizo.

Miró aquellos hermosos ojos que le hipnotizaban demasiado. Pero tenían un profundo pozo de dolor en ellos, sintiéndose culpable por haber sido él mismo quien cabo ese agujero.

Agachó su cabeza, pero Bakugo buscaba su mirada.

—Estás jodido.—Kirishima rió ante la realidad.—Estamos jodidos.

—Katsuki...Yo-

—Cállate.—Bakugo abandonó el hombro de Kirishima.—Te conozco bien...Se lo que vas a decir.

Kirishima acercó su rostro al de Bakugo. Ahora estaban a tan sólo unos centímetros, ambas respiraciones chocabab y se mezclaban. Bakugo sabía que Kirishima sería indeciso, sobretodo ahora que sabía el paso que se aproximaba.

Tomó al pelirojo de la camisa y besó sus labios desesperadamente, como si su vida dependiera de ello, cosa que era la realidad. El apego crecía cada vez más y aunque negaran la existencia de un amor. La obsesión existía.

Bakugo colocó sus manos en las mejillas de Kirishima, el último las posicionó en la cintura del cenizo. Apegándolo aún más a su cuerpo.

Sabían lo que estaba por venir, pero eso no les detendría ahora.

Se separaron del beso algo agitados, mirándose fijamente, tratando de corregir su aliento.

—Katsuki...

—Eijiro...—Mierda, jamás podría acostumbrarse a escuchar su nombre salir de aquellos labios.

—Después de esto...

—Lo sé...Deberé irme.

Era algo que no podían evitar, mucho menos ahora que Ashido sabía del paradero de Balugo.

La ropa comenzaba a estorbar con cada caricia y beso que aparecía. El calor aumentaba y la pasión se hacia presente cada vez, más fuerte, de manera que ambos se deseaban.

Katsuki se sentía estúpido. Había caído tan bajo ante el tacto de Kirishima. Pero ahora ya estaba dictado.

Pronto se alejarían.

Pero por ahora...¿Por qué no sucumbir ante los efectos de la lujuria?.


















____

Hola!

Ya le estoy agarrando cariño de nuevo a este libro.

Sólo quiero comentarles que en cuanto tenga tiempo, los capítulos a partir de Dolor, esto será porque...era patético como escribía. La trama será la misma, sólo que con mejor redacción.

El siguiente cap será más largo y con contenido subido de tono pero también con trama.

Gracias por leer.


Maldito Estocolmo ^KiriBaku^Donde viven las historias. Descúbrelo ahora