mind over matter

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Takeda se giró sobre su cama, el sonido de la trompeta a través de los altavoces en el campamento era molesto. A pesar que han pasado algunos días desde que está en el campamento, es imposible acostumbrarse a despertarse con un infarto, cortesía de aquella alarma.

Los rayos del sol a penas se filtraban por la ventana y Takeda gruñó por lo bajo, no era alguien amable por las mañanas. A lo lejos escucho los mismos gruñidos provenientes de sus compañeros. Kung Jin era el único que pareció disfrutar de las mañanas y con una emoción y esa sonrisa que le hacía competencia al sol, comenzó a mover el cuerpo de Takeda.

"Vamos, levántate." El japonés tomó las mantas de su cama y se cubrió hasta la cabeza, con una clara intención de quedarse en cama, al menos hasta que dieran la hora del desayuno. Takeda aún no se acostumbraba a las diferentes actividades y Kung Jin era él único que lo arrastraba por el campamento, Cassie se les unía de vez en cuando, pero Cage parecía más disfrutar de las actividades menos sociales y más cuerpo a cuerpo.

Oh, eso es otra cosa que Takeda odiaba. Los diferentes entrenamientos de cuerpo a cuerpo, esto no era un campamento, era una tortura. Takeda no era malo, al contrario, era muy bueno para dar y recibir puños, pero su cuerpo pedía un descanso después de llevar algunos días de intenso entrenamiento y trabajo duro.

Él se esperaba algunas actividades recreativas, paseo en lago o competencia de esgrima, pero su sorpresa fue grande al enterarse que era un campamento especial. Cómo las fuerzas especiales estaban involucrados, no fue una sorpresa para nadie excepto Takeda al ver que sus actividades eran combate cuerpo a cuerpo y aprender sobre el uso de armas. Claro que debió darse cuenta que todos en ese lugar parecían cansados de esos entrenamientos.

Takeda se desempeñó muy rápido en el manejo de las armas, no era bueno con armas de fuego, pero ganaba puntos cada que utilizaba los palos de Kendo, algo que lo facilitó mucho a la hora de entrenar. Incluso tenía un pequeño rival, una chica que era prácticamente campeona en ese lugar. Ambos encontraron una buena química y disfrutaban de combatir, siempre cuidando que no salieran demasiado lastimados para el día siguiente.

Cada día al final de su entrenamiento, su cuerpo colapsaba, claro que tenía un cuerpo trabajado producto de su vida en Japón, pero esto era diferente. Se levantaba temprano, después tomaban el desayuno y los instructores los seleccionaban para hacer diferentes actividades.

Cuando la voz de Kung Jin por fin cesó, el japonés aprovechó el momento para volver a dormir. Pero su paz no duró mucho, Kung Jin regresó acompañado de Jacqui y ambos lucharon contra el japonés, obligándolo a levantarlo de la cama.

Ahora, Takeda estaba sentado entre en medio de Jacqui y Kung Jin, disfrutando de su desayuno mientras una Cassie muy animada observaba su celular.

" Lo juro, llegaríamos a tiempo al desayuno si no me tomara el tiempo de despertarte." Kung Jin tomó un pedazo de waffles y lo bañó en miel, saboreando el dulce sabor del jarabe. Takeda soltó un suspiro cansado, los pequeños sacos bajo sus ojos eran un claro ejemplo de cansancio y su humor había empeorado gracias a qué fue obligado a salir de la cama.

No estaba acostumbrado a esas interacciones y mucho menos levantarse de esa forma. Sus días trascurrian con facilidad, se despertaba gracias a una alarma, sus clases eran por la tarde, así que tenía mucho más tiempo para dormir, típico de cualquier adolescente. Kenshi le dejaba el desayuno listo para calentarse antes de irse al trabajo, Takeda apreciaba los esfuerzos de Kenshi por tratar de recuperar aquellos años perdidos.

Takeda aún tenía dudas sobre aquel campamento. Las cosas no habían siquiera mejorado, a pesar de que Kung Jin se mantenía a su lado, había otra razón por la cual Takeda no estaba cómodo. En primer lugar, Reiko se estaba encargando de hacer sus días un tanto molestos. No dejaba de hacer comentarios sobre su padre y Takeda necesitó toda la fuerza para no golpearlo, pero Kung Jin estaba a su lado cada vez que se confrontaba con Reiko. Era una constante guerra entre ambos, cosa que no tenía sentido para el, ya que desde el primer día Reiko se mostró antipático con el japonés. Según Jacqui, Reiko le gustaba molestar a los nuevos.

𝖺𝖿𝗍𝖾𝗋 𝖺𝗅𝗅 𝗍𝗁𝗂𝗌 𝗍𝗂𝗆𝖾, 𝗂 𝗅𝗈𝗏𝖾 𝗒𝗈𝗎 | 𝗝𝗢𝗛𝗡𝗦𝗛𝗜 𝗔𝗨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora