Capítulo 1

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Trafalgar Law despertó de golpe debido a una pesadilla. No sabía cuantas horas había logrado conciliar el sueño pero estaba seguro de que no eran muchas. Se pasó la mano por la frente para retirarse el sudor que había comenzado a empapar su pelo provocando que algunos mechones se pegaran alrededor de su cara. Condujo su vista por todo el lugar centrándose en la decoración de su nueva morada provisional.  Se levantó sintiendo un frío incómodo debido al sudor de su cuerpo en contraste con la temperatura de la isla en la que se encontraba. Suspiró mientras se dirigía al baño y repitió el mismo gesto cuando vio su reflejo en el espejo.

Tenía una pinta horrible.

Unas profundas ojeras se marcaban con fuerza en su rostro y su tétrico aspecto habitual no ayudaba en absoluto. Apartó la vista sin darle mayor importancia mientras se metía en la ducha con intención de disfrutar de un momento para él. 

O al menos eso pretendía.

-Capitán. ¿Está despierto? -Preguntó Bepo algo tembloroso al otro lado de la puerta.

Law golpeó frustrado las paredes del baño por verse interrumpido en aquel momento. Sujetó su tabique nasal y exhaló el aire de forma profunda por la nariz. 

-¿Qué es lo que quieres? -Soltó frío e indiferente.

-Tenemos problemas. -Explicó el oso de forma seria. -La tripulación de Mugiwara está aquí.

No podía ser de otra manera. ¡Maldita su suerte! De todas las posibles amenazas que podía encontrar en aquel lugar, se tenía que reencontrar con aquel muchacho. Por lo visto la vida tenía un plan macabro para él juntándole de nuevo con ese irritante chico y su tripulación.

Su cuerpo tembló al notar el chorro de agua hirviendo. Poco a poco sintió cómo sus músculos se iban destensando a medida que se acostumbraba a la temperatura de la ducha. Obligó a su cabeza a tranquilizarse. A fin de cuentas, sólo tenía que hacer lo que llevaba haciendo los últimos años; Seguir planeando su venganza contra Doflamingo. Además, ya no podía cambiar los hechos. Tendría que encontrar la manera de que la presencia de esos mocosos en la isla pudiera ser beneficiosa para él.

-Está bien. Saldré en dos minutos. -Anunció finalmente.

-

¿Realmente era una buena idea lo que acababa de hacer? -Pensó al observar la escena que tenía delante.

Era cierto que no le interesaba en lo absoluto el título de Shichibukai pero si quería acercarse a Doflamingo y darle donde más le dolía necesitaba aquel cargo para poder permanecer en Punk Hazard hasta estar preparado para continuar con su plan. Sin embargo, la llegada de los Mugiwara sólo ponía en peligro todo lo que había planeado por tanto tiempo. 

¿No se suponía que debía ser imposible acceder a él? 

No supo en qué momento le pareció una buena idea pero si lo pensaba con detenimiento, aquello podía ser la oportunidad que estaba esperando. Y estaba dispuesto a cualquier cosa con tal de acabar con Doflamingo.

Incluso...

-¿Aliados? -Había preguntado Luffy minutos después sorprendido ante la idea del tatuado.

El del sombrero de paja no tardó en ensanchar su sonrisa mientras se lanzaba a los brazos de Law ignorando por completo las protestas de sus nakamas y la incomodidad del cirujano. 

-¡ES UNA IDEA GENIAL TORAO!  

-¡¿Es que te has vuelto loco, idiota?! No podemos fiarnos de él así como así. -La voz del cocinero sonó firme.

Trafalgar miró con intensidad los azules ojos del dueño de aquellas palabras. Entonces, Sanji se percató de esto y le devolvió la mirada. 

-Dime, ¿Por qué razón un Shichibukai querría aliarse a otra tripulación? No creo que eso le guste a los marines que te dan todos tus privilegios. ¿Nunca has oído eso de "No muerdas la mano que te da de comer"? Pensé que los perros del gobierno solo tenían esa condición. -Señaló con determinación.

¿Confías en mí?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora