Capítulo 4

36 6 0
                                    

22 de Marzo de 2024. Grand Times Hotel, Québec, Canadá. 05:15 horas.

Desde hacía una hora estaba despierta gracias a una pesadilla, en donde el Carnicero secuestraba a Lexa. Para intentar calmarme, tomé mí notebook y revisé todo el archivo, esperando encontrar algo.

Escuché una y otra vez el audio, intentando descifrar su voz o algo que me acercara al Carnicero.

—Vamos... Dame algo—dije escuchando una última vez.

Tengo aquí otro rompecabezas para ustedes...—logré poner el audio un poco más rápido, pero aún no obtenía resultados—. Pero deberán encontrar sus partes... Porque no viene completo... Buena suerte.

—¿Qué?

Retrocedí el audio, subiendo el volumen al máximo. Estaba segura de que había algo oculto.

Porque no viene completo... Buena suerte... Detrás de tu mente.

—¿Detrás de tu mente?—leí detenidamente el caso de Rose, el cual estaba a cargo de Strand, ese inoperante. Tenía en mis manos documentación de su parte, notas sobre todo, pero no concordaban con las pistas que Octavia y Murphy habían conseguido. Abrí las fotos extrayéndolas del pendrive, observando cualquier detalle que se nos hubiera podido escapar—. Oh... ¿Qué es eso? Oh dios... Mierda...

Con la netbook en mis manos, me dirigí a la habitación de Raven, ya que ella se había encargado del audio.

—Ummm...

—Rae. Reyes, despierta—susurré ya que Octavia dormía en la cama contigua—. Hey.

—Ummm... Déjame dormir.

Resignada dejé la habitación y me adentré en la de Echo, pero tanto ella como Gaia estaban profundamente dormidas.

Cerré la puerta y una vez en mí habitación, marqué su número. Debía contarle lo que había descubierto.

¿Ummm...? ¿Quién?

—Lexa.

¿Clarke? ¿Eres tú?

—Lamento despertarte.

¿Qué ocurre? ¿Qué hora es?

—Creo que son las cinco.

Mierda... Ugh... ¿Qué tienes?

—Yo... He soñado contigo.

¿Me llamas porque has tenido sueños húmedos conmigo?

—No he dicho que fueran húmedos...—dije y ella guardó silencio— ¿Acaso...?

¿Qué has soñado?

—Que el Carnicero te hacía daño... No podré soportar si llega a atraparte.

Estoy bien, Clarke. Puedo protegerme.

—Sé que puedes protegerte, pero aún así...

No tienes por qué preocuparte... ¿Esto no te ha dejado dormir?

—También he descubierto algo... Revisando las imágenes de la chica.

Espera... ¿Aún sigues trabajando en el caso? Son las cinco y media de la mañana, Clarke.

—No tenía otra cosa que hacer... Y luego de descubrir esto...

¿Quieres venir? Podremos ver la información juntas.

—No quiero molestarte. Y prefiero que vuelvas a dormir.

Es algo imposible, ya debo comenzar el día. Ven, debemos hablar.

True Lies II - Clexa AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora