𝐃𝐀𝐑𝐘𝐀 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍: 𝐄𝐋 𝐋𝐄𝐆𝐀𝐃𝐎 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐇É𝐑𝐎𝐄𝐒
(🌊 ) Donde los héroes olímpicos desaparecieron tras una misteriosa misión y no han dejado huella de lo que sucedió.
O...
(🌊) Donde sus hijos buscan respuestas encontrándose con s...
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09 de octubre de 2032
Grandes e imponentes pilares en un majestuoso estilo corintio destacaban en el Olimpo, a los dioses les gustaba la extravagancia y la belleza. Algo que había logrado representar a la perfección años atrás a la arquitecta que remodelo el Olimpo tras la batalla contra Cronos. El suelo se encontraba cuidadosamente pulido en mármol blanco reflejando la presencia de quienes se encontraban ahí.
Era la sala de tronos, donde se reunían los dioses para sus consejos de guerra, los solsticios de verano e invierno y en algunos casos, reuniones importantes.
Este era uno de esos casos.
En cada trono del vestíbulo principal se encontraba su correspondiente dios rodeando la hoguera del centro en una "U". Todos en su apariencia real, siendo seres gigantes y rodeados de un aura poderosa suficientemente peligrosa para un mortal pero soportable para el resto de las divinidades.
Un aura de incertidumbre y tensión rodeaba cada espacio existente dentro de la sala. Pues esta reunión era de urgencia, ya que había pasado algo y no tenían respuestas para lo sucedido.
También se encontraban ahí Quirón, un viejo centauro que se dedicaba a entrenar héroes toda su eternidad. Y los semidioses junto con algunos pocos legados que eran los jefes de sus correspondientes cabañas dentro del Campamento Mestizo, lugar al que iban los descendientes de dioses para poder sobrevivir de los monstruos y entrenarse para convertirse en héroe algún día.
Todos habían llegado temprano a la hora acordada, justo una hora después de que el Sol había aparecido en los cielos teñidos de azul. Tenían que darle un tiempo a Apolo para que recorriera el mundo y llegara al consejo.
Todos se mantenían en silencio, sin dar aún el paso para empezar a la razón por la que se habían reunido.
Frente a los dioses, justo a los pies y delante de las puertas del vestíbulo principal del Olimpo se encontraban los jefes de cabaña junto a Quirón. Ellos miraban inquietos a los dioses, ya que el nerviosismo de estar frente a su presencia junto a la razón del porque los habían citado aumentaba a cada minuto.
Cierto joven se mantenía bastante ido de la situación, mantenía la vista fija en el suelo como si fuera lo más interesante en ese momento.
—Dylan... —lo sacudía suavemente un chico a su lado con una mirada preocupada—. Dylan.
El joven al reconocer su nombre pestaño torpemente para mirar a su lado.
—¿Qué pasa Thomas? —preguntó aún un poco distante.
Thomas, quién lo había sacudido recientemente lo observó con atención. Sabía que su amigo no estaba pasando el mejor momento ahora.
—Tu actitud me tiene preocupado —respondió—. ¿Hay algo que pueda hacer por ti?
