➤𝐂𝐇𝐀𝐏𝐓𝐄𝐑 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄

475 50 37
                                    


EL BOSQUE DE LOS HÉROES CAÍDOS

EL BOSQUE DE LOS HÉROES CAÍDOS

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


10 junio de 2023

ANNE STOLL DARE

Ramas largas y secas se atravesaban en mi camino mientras avanzaba, bajo mis pies escuchaba un sonido crujiente que me hacía temblar, poco a poco el ambiente se volvía más helado a pesar de que se veía fuego a lo lejos.

Cerré mis ojos al sentir algo caer en mi rostro, pasé mi mano limpiando lo que había caído, encontrándome con una mancha de sangre que no era mía. Luego empezaron a caer una lluvia de sangre dejándome empapada del liquido escarlata, y de un fuerte olor metálico.

Había gritos extraños rodeándome, no hallaba a nadie a quien le pertenecían.

Sentí alguien agarrarme de la mano, me sobresalte, pero no había nadie.

Esto me ponía nerviosa, sabia que era un sueño mestizo, era normal, todos los tenían.

—Piensas que aquí estarás a salvo —una voz escalofriante me susurró al oído.

Me gire buscando aquella voz, pero de nuevo, no había nadie.

Intente avanzar con mayor rapidez, pero era difícil cuando las ramas filudas me raspaban la piel.

Escuche pisadas atrás mío, avanzando con mayor velocidad, escuche los crujidos haciéndose más fuerte, un rugido aterrador me erizo la piel. Empecé a correr asustada, pero me lastimaba a cada paso, las ramas me cortaban la piel.

Fui derribada, y caí al suelo.

—Ah —gemí adolorida al enterrarme pequeñas figuras en el cuerpo. Abrí los ojos y me arrastré espantada al ver puros huesos tirados en el suelo.

Eran cadáveres de semidioses, con sus armaduras y armas tiradas.

Sentí mi garganta secarse ante lo que veía.

Una gran sombra se alzó por delante, era una figura demasiado alta. Pero era eso, una sombra.

—¿Miedo, semidiosa? —cerré mis ojos temblando ante aquella voz desconocida.

Grite cuando sentí que me asfixiaban, lleve mis manos a mi garganta al no poder respirar. Tire patadas al aire con desesperación, quebrando los huesos debajo de mí.

—Solo estoy empezando —lentamente su risa se empezó a oír lejana.

Mis ojos se empezaron a sentir pesados, el aire no entraba, solo sentí dolor y las heridas en mi cuerpo estaban abiertas.

Todo estaba oscuro, no veía nada, ya no estaba en ese bosque de héroes caídos. Estaba en un lugar cálido, ahora estaba sobre una superficie acolchonada, era cómodo. Empecé escuchar voces terceras, lentamente hice un esfuerzo de abrir mis ojos.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 06 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝐃𝐀𝐑𝐘𝐀 𝐉𝐀𝐂𝐊𝐒𝐎𝐍: PJODonde viven las historias. Descúbrelo ahora