El lado ciego del amor Bada Lee x Audrey Lane

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"Hola", dijo en un tono tan poco familiar que Audrey no sabía que le estaban hablando a ella hasta que levantó la vista. Romeo se situó delante de ella, las manos profundamente en los bolsillos de su abrigo. Desviando su mirada por todo el parque antes de mirar a Audrey. "Como que hace frío para estar aquí".

El viento soplaba fuerte en ese momento, arrastrando una botella de agua vacía en el suelo. Audrey lo miró en silencio, irritada brevemente hacia la persona a quien tenía enfrente. En circunstancias normales se habría ido. En cambio, no hizo nada, sino mantener quietas las páginas de su cuaderno de bocetos a medida que el viento volvía a soplar. "Es bueno", dijo.

"¿Te han gustado las flores?"

Audrey miró hacia abajo, se sentía cansada ahora. Deseaba que la deje. "¿Qué quieres, Romeo?"

Él se sentó a su lado sin esperar una invitación.
Debió haberse dado cuenta que ella no le ofrecería una.
"Quería pedir disculpas".

Audrey miraba su perfil, tratando de no aparecer como que se sintió sorprendida. ¿Romeo? ¿Pedir disculpas? ¿A ella?

"No fue tu culpa que yo..." Romeo dudó y empezó de nuevo. "Mis padres estaban ejerciendo una gran presión sobre mí para encontrar a alguien más." Él miró con rapidez. "No es que no les gustas es que sólo que tú.. Tú no eres....."

Audrey intentando ignorar la sensación de humillación que siempre acompañaba la forma de pensar de los padres de Romeo. Por supuesto, sabía que no era de clase alta. Por supuesto, ella sabía que sus padres no la aprobaban, a ella y a la relación con Romeo. Por supuesto que sabía que le habían amenazado cortar su relación con Romeo si no rompía con ella. Que habían dicho muy claro que ella no era lo suficientemente buena para él.

Romeo se cambió para hacerle frente a ella. "Las cosas estaban realmente feas, y tuve que decirles que nos separamos".

Audrey trago saliva, sin que el odio la lastime. "¿Cuándo?"

"Hace seis meses", dijo. "Lo siento, Audrey. Era la única forma que podrían dejarme solo. La única forma en que nos habían dejado solos. Sin embargo, no fue suficiente". Él paró y respiró profundamente, lo que indicaba que lo que seguía era mucho peor. "Ellos me juntaron con alguien. La hija de uno de los socios de negocios de mi padre. Ingresó también a Harvard, y realmente...nos caímos bien. Por eso he estado tan distante.. La he estado viendo a ella ”.

Audrey parpadeo, incapaz de formular palabras.

"Lo dije en serio cuando dije que "Te amo". Es por eso que quería tu transferencia a Harvard y también por eso me comprometí contigo. Quería creer que tú y yo podríamos lograrlo. Que lo que yo sentía por Vanessa era sólo temporal..."

"Vanessa", dijo Audrey suavemente, pensando que el nombre hizo chispar algo en ella. Ira o amargura o algo así. Además de algo vacío. "¿Has dormido con ella mientras estábamos juntos?"

Romeo miró. "Lo siento".

Audrey asintió. "Gracias por decírmelo", dijo, poniéndose de pie.

"Audrey..."

"Es bueno", dijo, no estaba segura de si era cierto o no. El frío fue llegando a ella y necesitaba caminar. Tal vez si caminaba se libraría del entumecimiento que la estaba invadiendo. "Por favor, deja de llamarme".

"¿Me odias?"

"No", y ella sabía que eso era la verdad. "Pero yo no quiero volver a verte. No en un futuro próximo. Tal vez algún día, en diez años o algo así, vamos a encontrarnos por accidente y seremos capaces de sonreírnos y pensar en este momento en una especie de forma agridulce. Tal vez entonces, seré feliz de verte. Quizás. Pero ahora, si yo fuera a verte de nuevo, si yo fuera a encontrarme contigo y verte sonreír y reír con un grupo de amigos, si me llamas para decir 'hola', creo que te odiaría. Y tal vez yo te odie de todos modos una vez que camine lejos de ti y piense en esto. No puedo prometer que no. Pero ahora, en este mismo momento, todo lo que siento es alivio. Alivio de que esto haya terminado. Estoy aliviada de que ya no me vas a lastimar. Envíale lo mejor de mi parte a Vanessa. Les deseo lo mejor a los dos. Adiós, Romeo. "