The Fool and the Idiot - Suegiku

El tonto y el idiota

Tachihara los miró fijamente.

—Uh... otra vez, ¿cómo pasó esto? —preguntó de mala gana— Pensé que ambos recibieron el documento sobre su habilidad...?

Tecchou suspiró y era tan impropio de él que era imposible que alguien pensara que era él mismo, porque en realidad, no lo era.

—Lo recibimos, pero el archivo era erróneo... la habilidad de la mujer no se activa por acción, sino por proximidad. Entonces, cuando nos acercamos a ella, sucedió esto.

—Jouno —dijo Jouno, o para ser precisos, el hombre que se encuentra actualmente en el cuerpo de Jouno—. No puedo ver nada.

Jouno, porque el llamado proveniente de su cuerpo había dejado terriblemente confundido a Tachihara, se burló.

—Bueno, Tecchou-san, ¿has considerado que es porque soy ciego?

—Puedo escuchar todo —dijo Tecchou, ladeando la cabeza con una expresión ligeramente asombrada—. ¿Ese es tu corazón?

—Deja de quejarte.

—¡Puedo oír a las hormigas!

Jouno suspiró.

—Te mataría aquí y ahora si no estuvieras dentro de mi cuerpo —murmuró.

—¿Ya vieron a un médico? ¿Por cuánto tiempo van a estar atrapados así? —Tachihara cuestionó porque, francamente, esto era fascinante... aunque nunca lo diría en voz alta, Jouno lo ensartaría... o peor. Jouno agitó una mano desdeñosa.

—Por suerte sólo unos días, el comandante Fukuchi nos ha concedido días libres hasta que volvamos a nuestros propios cuerpos.

Si esto les hubiera sucedido a otras personas que Tachihara conocía, esperar el tiempo suficiente hasta que la habilidad se desactivara parecía ser buena idea. Pero debido a que eran Jouno y Tecchou, Tachihara ya había llorado esos días futuros.

—Muy bien, entonces, hm, los dejaré a ustedes dos para que resuelvan esto —dijo antes de disculparse para finalmente llevar los archivos en sus manos a la habitación designada.

Jouno chasqueó la lengua molesto cuando Tachihara se fue.

—Esto es horrible, todo es demasiado brillante incluso cuando cierro los ojos.

Su audición también estaba disminuida al nivel de la gente normal, por lo que se sorprendió cuando su propia voz le hizo una pregunta.

—¿No quieres mirar a tu alrededor ahora que puedes ver? —preguntó Tecchou y definitivamente fue desorientador escuchar la voz de Jouno viniendo de otra boca que no fuera la suya.

—Demasiado abrumador —respondió brevemente. Tecchou tarareó en comprensión.

—Lo entiendo, es tan extraño no poder ver, pero poder conocer lo que me rodea de todos modos —dijo, girando la cabeza de un lado a otro. Jouno solo captó el movimiento debido al tintineo de su arete. Esto le molestó. Su incapacidad para sentir lo que le rodeaba estaba empezando a provocarle picazón.

Un olfateo.

—¿Es así como huelo todo el tiempo?

Jouno golpeó la cara de Tecchou con su brazo por reflejo.

—No seas raro, Tecchou-san, estás usando mi cara.

—¡Hueles absolutamente todo! —Tecchou protestó.

—Solo misiones —dijo Jouno con gran sufrimiento—. No para oler a mis compañeros de trabajo.

—Tu boca tiene un sabor raro.