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twenty three

—Amor, ¿deseas algo?—habló Jungkook desde la cocina. —puedo cocinar algo o podemos pedir comida... —volteo esperando alguna respuesta de parte del omega. —¿Jimin?

Este estaba sentado en la sala de estar con la mirada perdida y la respiración acelerada. Jungkook se acercó lentamente hacia el al notarlo raro.

—Hey, cariño... —Antes de acercarse más se quedó paranoico al comenzar a percatarse de un fuerte olor a vainilla en todo el ambiente.

Muy fuerte haciendo despertar a su alfa y ponerlo inquieto.

Jungkook sabía lo que estaba pasando.

—¿Jimin estas... estas en celo? —interrogó tratando de mantener la calma.

Jimin volteó para mirarlo, tenia sus mejillas levemente sonrojadas, los labios un poco rojos y en su mirada se le notaba asustado.

—Y-yo lo siento mucho, Jungkook. —se expresó nervioso. —No sabia que esto iba a pasar justo hoy... lo lamento m-mucho... voy a llamar a hobi por los supresores... —busco su bolso para sacar su celular pero antes fue detenido por Jungkook.

Minutos antes de que esto pasara la pareja había tenido una sesión de besos, llena de mimos y uno que otro manoseo. Desde que llegó el omega al departamento Jungkook había tenido muchas ganas de estar cerca de Jimin, quería estar en su cuello donde podia embriagarse de su aroma, abrazarlo y no soltarlo ningún segundo y Jimin no protestó al respecto, al contrario estaba más que encantado.

Por unos minutos se habían olvidado de los problemas que habían afuera.

—N-no estoy molesto si eso piensas, Minnie. —le acarició su mano. —Yo más bien podría... —aclaró su garganta. —solo si tu quieres... podría ayudarte.

—Oh.

—Si me dices que no, no me voy a molestar, incluso podría llamar a Jin hyung para que me traiga unos supresores. —expresó con tranquilidad.

Jimin seguía sonrojado, su omega le exigía que acepte y que su alfa lo ayude. Y claramente el también quería, al principio se negó a hacer esto con Jungkook porque pensó que este se lo iba a negar, pero estaba más que equivocado.

Sin más asintió con una sonrisa sorprendiendo a Jungkook.

El alfa no espero más y se lanzó a los labios del contrario. Jimin enredó sus brazos en el cuello del alto siguiéndole el beso.

Un gemido se le escapa de sus labios al sentir como el alfa lo besaba con intensidad, mordiendolos y chupandolos en el proceso, hasta dejarlo sin aliento; sus besos comienzan a bajar hasta su cuello dejando leves marcas, se separan un poco para poder quitarse la ropa poco a poco en cuanto se van adentrando a la habitación.

Jungkook lo deposito en el sueve colchon mientras profundizaba sus dedos en el agujero del omega.

—Mhm... si, si, me encanta.

Se siguieron besando y el alto aprovecho para ya quitar sus dedos del interior del omega ya sintiendo que estaba listo para recibirlo lo volteo boca abajo. Tomo su miembro ya erecto y duro, pero antes saco un preservativo de su cajón y se lo puso con mucho cuidado sin apuro, y ahora si entró poco a poco en el omega viéndolo como mordía sus labios y se retorcía en suaves suspiros.

Jimin se sentía en el paraíso, Jungkook sabía dónde tocar y como hacerle erizar la piel.

Las penetraciones comenzaron siendo rápidas y intensas creando un sonido morboso gracias al lubricante, los gemidos explícitos y sus glúteos rebotando de Jimin, hacían producir un entorno exitante.